La globalització està transformant moltes de les nostres estructures socials, econòmiques, culturals, politiques i, encara que no ens donem compte, també transforma els nostres paràmetres mentals, cognitius.
La crisi que estem patint, accentuen i potencien, encara amb més èmfasi, totes aquestes transformacions.
Des del punt de vista geogràfic, aquestes transformacions afecten a les concepcions ideològiques dels conceptes que aquesta ciència adopera, entre ells, i el potser més utilitzat, a vegades inconscientment, és el concepte de territori.
Encara que per molts, la gran majoria, pensen que aquesta paraula deriva terminologicament del mot terra, la veritat és una altra. Aquest concepte deriva, directament de la paraula terror, i té els seus orígens en el període alt medieval. El terror, que una autoritat podia estendre en els límits territorials d’un espai determinat
La conceptualització d’aquest concepte a canviat al llarg d’aquests segles, però en el fons, la funcionalitat no deixa de ser la mateixa, avui el terror, no es políticament correcte i s’ha substituït pel concepte de competència institucional sobre una delimitació territorial determinada, I les fronteres esdevenen més que simbòliques, són pròpies jurisdiccions territorials, a l’interior de les quals una institució té el poder de fer i desfer, com succeïa a les antigues jurisdiccions medievals.
Esta clar que sense aquesta competència institucional, sense aquesta jurisdicció territorial, sense aquesta capacitat de governar per si mateix a l’interior d’unes fronteres determinades, , el territori en si mateix, deixa d’existir, o no existeix com a tal. Convertint-se en un mer espai geomètric, on les diferencies qualitatives, les que conten, es substitueixen per les diferencies quantitatives, aparentment objectives, però realment igual de subjectives que les qualitatives.
Fixin-se, que es el fons conceptual del lema "dret a decidir", que no ho facin des de fora del territori, sinó des del territori mateix.
Quin es el futur del Penedès? això no ho pot dir ningú, com a màxim es pot entreveure, tenim la responsabilitat de projectar-ne´n un, el millor possible, però no el podem definir. El que queda clar, que el futur d’aquest territori, que fins al dia d’avui es diu Penedès, passa, exclusivament, per poder decidir des de dins del territori, i no des d’un despatx de Barcelona, el que volem que aquest esdevingui, fent-nos responsables de les nostres decisions i de les seves conseqüències.
Per que continuem a depreciar la veu d’un territori, quan aquesta és la més legítima de totes?
El jacobinisme metropolità, amb la complicitat de l’esquerra nacionalista, han patit una derrota clara i sincera, esperant que prenguin nota desprès d’aquesta “debacle”, que l’últim que es pot trair és la voluntat popular, la veu d’un territori, que reclama, amb intensitat, respecte i reconeixement, que se’l permeti decidir per si mateix.
nova web
Benvinguts-Bienvenidos
Aquest és un blog que neix amb la intenció de difondre informació, més aviat contra-informació, sobre la incompetència de l'equip de govern, que ens costa molts diners, i molts disgustos. Esperant un 2011 amb il.lusió i esperança!!!el canvi d'aires és possible, una nova ètica, "ments netes".
Divulgar
Us demanaria de re-enviar als vostres contactes la direcció d'aquest blog, per tal de divulgar la nostra informació al màxim de cunitencs i cunitenques possible. Gràcies.
martes, 7 de diciembre de 2010
Sahara Occidental
Las últimas semanas, vemos en todos los telediarios, leemos en todos los periódicos y escuchamos en todas las radios noticias referentes a la realidad política del territorio del Sahara Occidental.
Lo que queda claro es que en este territorio, que no es un estado, los poderes políticos que lo gestionan se olvidan voluntariamente, de cualquier derecho, principio ético o leyes básicas de la declaración de los derechos humanos.
La historia del territorio del Sahara Occidental refleja las voluntades del Reino de Marruecos de alargar sus dimensiones territoriales, y como siempre, a escapito de una comunidad nacional, la de los saharauis, que no han podido desarrollar un derecho, su derecho intrínsico como pueblo, que le fue otorgado por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas, hace ya más de treinta años.
Pero, como siempre, cuando surgen problemas territoriales, problemas geopolíticos, se debe, obligatoriamente, leer entre líneas, interpretar las zonas grises que surgen en estos conflictos.
Aunque aparentemente, el conflicto existe entre Marruecos y la comunidad nacional del pueblo saharaui. Existen otros sujetos geopolíticos en esta disputa; preferentemente dos, España y Argelia.
Argelia, es el estado de la región que concede soporte político, institucional y humanitario a la comunidad saharaui en el exilio, un exilio, en medio del desierto, en medio de la nada, fuera de los focos de las cámaras de los media del mundo. No hay que olvidar, que Argelia, es el estado que abastece de gas, a España, y de allí su rol estratégico en esta zona geográfica del mediterráneo, y con la que España, tiene que llevarse bien, si o si, sino nos quedaremos sin su preciado gas. Recuerden que hace un par de años se declaro la guerra del gas entre Rusia y Ucrania, el único país europeo que no sufrió las consecuencias fue España, por este hecho de depender energéticamente, de Argelia, y de aquí la importancia de mantener buenas relaciones, la equidistancia.
España, tiene un rol más subjetivo en el asunto. Era la “colonia”, que poseía, en condición de potencia dominante, no sólo el territorio sino que también de la comunidad saharaui que residía en él. El papel de España en el asunto, en los últimos años ha sido nefasto, ¿se podría haber hecho peor?, esta es la pregunta que se hace mucha gente. Se suele poner como escusa, que la descolonización del Sahara Occidental, se produjo durante un vacío de poder en España, Franco en la cama moribundo, pero había sucesor declarado, responsable de sus actos y todos sabemos quien era, y quien es.
Con el Sahara Occidental se cerró una etapa crucial de la historia de España, la colonización, que empezó en 1492, con el viaje de Colon, y se cerró en 1975 con la ocupación del Sahara Occidental por parte de Marruecos.
El pueblo saharaui se merece un reconocimiento, sobretodo, territorial, estatal, que le ha sido negado los últimos años.
¿Que hacemos en Irak, en Afganistán, en Kosovo, en Bosnia, y que no hacemos en el Sahara Occidental? No se puede dejar la diplomacia en manos de los profesionales de la improvisación. El pueblo saharaui esta pagado un altísimo precio, y España, moralmente, éticamente, históricamente, también.
Lo que queda claro es que en este territorio, que no es un estado, los poderes políticos que lo gestionan se olvidan voluntariamente, de cualquier derecho, principio ético o leyes básicas de la declaración de los derechos humanos.
La historia del territorio del Sahara Occidental refleja las voluntades del Reino de Marruecos de alargar sus dimensiones territoriales, y como siempre, a escapito de una comunidad nacional, la de los saharauis, que no han podido desarrollar un derecho, su derecho intrínsico como pueblo, que le fue otorgado por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas, hace ya más de treinta años.
Pero, como siempre, cuando surgen problemas territoriales, problemas geopolíticos, se debe, obligatoriamente, leer entre líneas, interpretar las zonas grises que surgen en estos conflictos.
Aunque aparentemente, el conflicto existe entre Marruecos y la comunidad nacional del pueblo saharaui. Existen otros sujetos geopolíticos en esta disputa; preferentemente dos, España y Argelia.
Argelia, es el estado de la región que concede soporte político, institucional y humanitario a la comunidad saharaui en el exilio, un exilio, en medio del desierto, en medio de la nada, fuera de los focos de las cámaras de los media del mundo. No hay que olvidar, que Argelia, es el estado que abastece de gas, a España, y de allí su rol estratégico en esta zona geográfica del mediterráneo, y con la que España, tiene que llevarse bien, si o si, sino nos quedaremos sin su preciado gas. Recuerden que hace un par de años se declaro la guerra del gas entre Rusia y Ucrania, el único país europeo que no sufrió las consecuencias fue España, por este hecho de depender energéticamente, de Argelia, y de aquí la importancia de mantener buenas relaciones, la equidistancia.
España, tiene un rol más subjetivo en el asunto. Era la “colonia”, que poseía, en condición de potencia dominante, no sólo el territorio sino que también de la comunidad saharaui que residía en él. El papel de España en el asunto, en los últimos años ha sido nefasto, ¿se podría haber hecho peor?, esta es la pregunta que se hace mucha gente. Se suele poner como escusa, que la descolonización del Sahara Occidental, se produjo durante un vacío de poder en España, Franco en la cama moribundo, pero había sucesor declarado, responsable de sus actos y todos sabemos quien era, y quien es.
Con el Sahara Occidental se cerró una etapa crucial de la historia de España, la colonización, que empezó en 1492, con el viaje de Colon, y se cerró en 1975 con la ocupación del Sahara Occidental por parte de Marruecos.
El pueblo saharaui se merece un reconocimiento, sobretodo, territorial, estatal, que le ha sido negado los últimos años.
¿Que hacemos en Irak, en Afganistán, en Kosovo, en Bosnia, y que no hacemos en el Sahara Occidental? No se puede dejar la diplomacia en manos de los profesionales de la improvisación. El pueblo saharaui esta pagado un altísimo precio, y España, moralmente, éticamente, históricamente, también.
lunes, 1 de noviembre de 2010
La amenaza territorial de Tarragona
Cuando un país establece y aprueba una serie de leyes territoriales, se replantea la total estructura del territorio en cuestión. Este es el caso de Catalunya, y las leyes recientemente aprobadas por el Parlament de Catalunya.
Por un lado tenemos la ley de las Veguerías y por otra la ley del Área Metropolitana de Barcelona.
Curiosamente, la primera de las leyes, la más genérica, a nivel territorial, no contó con el soporte de la mayoría de grupos parlamentarios, pues se aprobó por la mínima, con los únicos votos a favor del gobierno tripartido. Por otro lado, la ley del Área Metropolitana de Barcelona, se aprobó de manera unánime, y todos los partidos votaron a favor.
Como habrán podido deducir, la primera de las leyes, la de las Veguerías, tiene sus repercusiones con la ciudad de Tarragona y su provincia, mientras que la ley del Área Metropolitana de Barcelona, no tiene repercusiones, directas, sobre nuestra demarcación. Digo directas, porque indirectamente, las repercusiones existen y si no se hace nada al respecto existirán aun más.
La ley del Área Metropolitana de Barcelona, delimita su poder a los municipios que la constituyen, y fuera de estos, esta institución no tiene ninguna competencia. Esta ley podría tener una aplicación para el resto de áreas metropolitanas de Catalunya, aunque estas tengan menores dimensiones que la de Barcelona. Por ejemplo se podrían establecer áreas metropolitanas, en todas las capitales de Veguería, aplicando el modelo del Área Metropolitana de Barcelona, pero adecuando la escala geográfica a cada caso especifico, como sucede en Francia. De esta manera se podría mantener el modelo pluri-urbano, de ciudades medias, que ha caracterizado el modelo catalana, y que con la nueva ley de Veguerías se está poniendo en peligro, ¿por que?
Pues porque la ley de Veguerías esconde un modelo centralizador del país, de Catalunya, un modelo, permítanme la expresión, jacobino. Barcelona único centro de este territorio, en fin, centralismo puro y duro.
Párense a pensar, y observen, como la Veguería de Barcelona, corresponde en su totalidad a lo que anteriormente a la aprobación de esta ley, se denominaba Región Metropolitana de Barcelona. Si el Área Metropolitana de Barcelona, es un ente supramunicipal, que permite jerarquizar un territorio, de municipios, respecto a Barcelona, la Región Metropolitana de Barcelona, es un entre supra comarcal, que permite jerarquizar un territorio, de comarcas, respecto a Barcelona. En última instancia, lo que se pretende con esta ley de Veguerías, es que Catalunya, su territorio, del que Tarragona y su Veguería forman parte, se jerarquice respecto a Barcelona, perdiendo cualquier autonomía funcional y política.
Está claro que la nueva ley de Veguerías responde a un modelo claro de país, un modelo metropolitano y jerarquizado desde y para Barcelona, y lo que es peor, un modelo centralizador y centralista. El catalanismo político siempre estuvo en contra de este modelo de país, y sus descendientes traicionan, y de qué manera, este postulado.
Los eruditos de lo territorial, afines a la causa metropolitana, usan un vocabulario muy aleccionador, pero lleno de veneno; cuando dicen vertebrar el territorio, piensan en jerarquizar el territorio, cuando afirman querer equilibrar el territorio, piensan en centralizarlo aun más.
Como decía el gran geógrafo alemán, Siegfried Passarge,” la geopolítica, y la ley de Veguerías lo es, es el circo de las travesuras lingüísticas”.
Estemos atentos.
Por un lado tenemos la ley de las Veguerías y por otra la ley del Área Metropolitana de Barcelona.
Curiosamente, la primera de las leyes, la más genérica, a nivel territorial, no contó con el soporte de la mayoría de grupos parlamentarios, pues se aprobó por la mínima, con los únicos votos a favor del gobierno tripartido. Por otro lado, la ley del Área Metropolitana de Barcelona, se aprobó de manera unánime, y todos los partidos votaron a favor.
Como habrán podido deducir, la primera de las leyes, la de las Veguerías, tiene sus repercusiones con la ciudad de Tarragona y su provincia, mientras que la ley del Área Metropolitana de Barcelona, no tiene repercusiones, directas, sobre nuestra demarcación. Digo directas, porque indirectamente, las repercusiones existen y si no se hace nada al respecto existirán aun más.
La ley del Área Metropolitana de Barcelona, delimita su poder a los municipios que la constituyen, y fuera de estos, esta institución no tiene ninguna competencia. Esta ley podría tener una aplicación para el resto de áreas metropolitanas de Catalunya, aunque estas tengan menores dimensiones que la de Barcelona. Por ejemplo se podrían establecer áreas metropolitanas, en todas las capitales de Veguería, aplicando el modelo del Área Metropolitana de Barcelona, pero adecuando la escala geográfica a cada caso especifico, como sucede en Francia. De esta manera se podría mantener el modelo pluri-urbano, de ciudades medias, que ha caracterizado el modelo catalana, y que con la nueva ley de Veguerías se está poniendo en peligro, ¿por que?
Pues porque la ley de Veguerías esconde un modelo centralizador del país, de Catalunya, un modelo, permítanme la expresión, jacobino. Barcelona único centro de este territorio, en fin, centralismo puro y duro.
Párense a pensar, y observen, como la Veguería de Barcelona, corresponde en su totalidad a lo que anteriormente a la aprobación de esta ley, se denominaba Región Metropolitana de Barcelona. Si el Área Metropolitana de Barcelona, es un ente supramunicipal, que permite jerarquizar un territorio, de municipios, respecto a Barcelona, la Región Metropolitana de Barcelona, es un entre supra comarcal, que permite jerarquizar un territorio, de comarcas, respecto a Barcelona. En última instancia, lo que se pretende con esta ley de Veguerías, es que Catalunya, su territorio, del que Tarragona y su Veguería forman parte, se jerarquice respecto a Barcelona, perdiendo cualquier autonomía funcional y política.
Está claro que la nueva ley de Veguerías responde a un modelo claro de país, un modelo metropolitano y jerarquizado desde y para Barcelona, y lo que es peor, un modelo centralizador y centralista. El catalanismo político siempre estuvo en contra de este modelo de país, y sus descendientes traicionan, y de qué manera, este postulado.
Los eruditos de lo territorial, afines a la causa metropolitana, usan un vocabulario muy aleccionador, pero lleno de veneno; cuando dicen vertebrar el territorio, piensan en jerarquizar el territorio, cuando afirman querer equilibrar el territorio, piensan en centralizarlo aun más.
Como decía el gran geógrafo alemán, Siegfried Passarge,” la geopolítica, y la ley de Veguerías lo es, es el circo de las travesuras lingüísticas”.
Estemos atentos.
jueves, 28 de octubre de 2010
Entre miopías y cuantitativismos
En los últimos tiempos se observa un afán de justificación de hechos. Los políticos intentan justificar sus acciones, sus compromisos, en fin, sus sueldos públicos.
En el Baix Penedès se ha sufrido últimamente esta actitud por parte de miembros destacados de organismos políticos, ya sea el delegado de la Generalitat en nuestras comarcas tarraconenses, o por parte de diputados, preferentemente del PSC en nuestra demarcación.
En ambos casos se ha hecho uso de un discurso perfeccionista, idealizado, en fin, todo se ha hecho perfectamente, y lo más importante, no se podía haber hecho mejor, es decir somos im-prescindibles.
Por un lado, se nos habla de las acciones del govern de la Generalitat, que si escuelas, CAP, infrastructuras, servicios sociales, todo para mostrar que se han hecho los deberes, y que se merecen mantener el puesto de trabajo.
Curioso es el caso del Logis-Cim Penedès, que se quiere ubicar, sea como sea, en nuestra comarca, y más concretamente, en el corazón de ésta, en el último pulmón verde que resta, entre tanta voracidad urbanizadora, previsible y descontrolada.
Por un lado, desde hace pocos años, estos dirigentes, se han dado cuenta, han descubierto, la posición geoestratégica de nuestra comarca. Situada en una encrucijada de caminos, entre las grandes y más importantes vías de comunicación no solo de Catalunya, sino de toda la costa mediterránea peninsular, y parte del centro de la península.
Lastima, que estos dirigentes, no se hayan dado una vuelta por nuestro paisaje comarcal, y lastima también que no hayan leído alguna monografía comarcal al respecto, porqué de esta manera se habrían dado cuenta de que el Baix Penedès posee una localización estratégica desde hace más de 2500 años, los iberos ja lo sabían, y lo romanos también, ¡pero nuestros dirigentes lo descubren ahora!, como decíamos, lastima. No deja de ser un flagrante caso de miopía histórica, geográfica y territorial. En términos pedagógicos estaríamos hablando de un suspenso integral en este sentido.
Por otro lado, desde hace meses asistimos a una lucha, una guerra de cifras sobre las posibilidades que este proyecto de Logis-Cim Penedès, podría suponer en puestos de trabajo.
En menos de un mes se ha pasado de 5.000 puestos de trabajo a 9.000, y todos estos puestos no dejan de ser hipotéticos, aun no hay nada definido, el proyecto no deja de ser eso, una proyección, no una realidad. Cuando se toma la virtualidad como realidad, empezamos ha entrar en un campo muy peligroso, el campo de la magia.
¿El problema de nuestra comarca es un problema de cantidad (de puestos de trabajo) o de calidad (de puestos de trabajo)?
Esta claro, que una inversión de la naturaleza del proyecto del Logis-Cim Penedès podría provocar puestos de trabajo, de categoría medio-baja, la mayoría de ellos, pero ¿a que precio?
Para más despropósito, hablan de la intermodalidad de transporte, como si esta fuera una realidad integrada en la naturaleza de la economía logística de nuestro país. Párense, simplemente a observar las estadísticas sobre el transporte sobre ferrocarril, quedarán parados.
¿No tenemos corredor del Mediterráneo, y se quiere construir un centro logístico intermodal? Suena más a catedrales en el desierto que a una realidad posible.
Estamos en tiempos de pre-campaña electoral, y en los discursos todo vale. Pero hay que ser conscientes de la realidad, la terrible realidad que esta viviendo esta comarca del Baix Penedès, con unos índices de paro estratosféricos, una situación, si más no previsible, pero ya hemos observado que la previsión no es un “atout”, que dirían los franceses, inherente a esta clase política que nos representa.
¿Reflexionamos?
En el Baix Penedès se ha sufrido últimamente esta actitud por parte de miembros destacados de organismos políticos, ya sea el delegado de la Generalitat en nuestras comarcas tarraconenses, o por parte de diputados, preferentemente del PSC en nuestra demarcación.
En ambos casos se ha hecho uso de un discurso perfeccionista, idealizado, en fin, todo se ha hecho perfectamente, y lo más importante, no se podía haber hecho mejor, es decir somos im-prescindibles.
Por un lado, se nos habla de las acciones del govern de la Generalitat, que si escuelas, CAP, infrastructuras, servicios sociales, todo para mostrar que se han hecho los deberes, y que se merecen mantener el puesto de trabajo.
Curioso es el caso del Logis-Cim Penedès, que se quiere ubicar, sea como sea, en nuestra comarca, y más concretamente, en el corazón de ésta, en el último pulmón verde que resta, entre tanta voracidad urbanizadora, previsible y descontrolada.
Por un lado, desde hace pocos años, estos dirigentes, se han dado cuenta, han descubierto, la posición geoestratégica de nuestra comarca. Situada en una encrucijada de caminos, entre las grandes y más importantes vías de comunicación no solo de Catalunya, sino de toda la costa mediterránea peninsular, y parte del centro de la península.
Lastima, que estos dirigentes, no se hayan dado una vuelta por nuestro paisaje comarcal, y lastima también que no hayan leído alguna monografía comarcal al respecto, porqué de esta manera se habrían dado cuenta de que el Baix Penedès posee una localización estratégica desde hace más de 2500 años, los iberos ja lo sabían, y lo romanos también, ¡pero nuestros dirigentes lo descubren ahora!, como decíamos, lastima. No deja de ser un flagrante caso de miopía histórica, geográfica y territorial. En términos pedagógicos estaríamos hablando de un suspenso integral en este sentido.
Por otro lado, desde hace meses asistimos a una lucha, una guerra de cifras sobre las posibilidades que este proyecto de Logis-Cim Penedès, podría suponer en puestos de trabajo.
En menos de un mes se ha pasado de 5.000 puestos de trabajo a 9.000, y todos estos puestos no dejan de ser hipotéticos, aun no hay nada definido, el proyecto no deja de ser eso, una proyección, no una realidad. Cuando se toma la virtualidad como realidad, empezamos ha entrar en un campo muy peligroso, el campo de la magia.
¿El problema de nuestra comarca es un problema de cantidad (de puestos de trabajo) o de calidad (de puestos de trabajo)?
Esta claro, que una inversión de la naturaleza del proyecto del Logis-Cim Penedès podría provocar puestos de trabajo, de categoría medio-baja, la mayoría de ellos, pero ¿a que precio?
Para más despropósito, hablan de la intermodalidad de transporte, como si esta fuera una realidad integrada en la naturaleza de la economía logística de nuestro país. Párense, simplemente a observar las estadísticas sobre el transporte sobre ferrocarril, quedarán parados.
¿No tenemos corredor del Mediterráneo, y se quiere construir un centro logístico intermodal? Suena más a catedrales en el desierto que a una realidad posible.
Estamos en tiempos de pre-campaña electoral, y en los discursos todo vale. Pero hay que ser conscientes de la realidad, la terrible realidad que esta viviendo esta comarca del Baix Penedès, con unos índices de paro estratosféricos, una situación, si más no previsible, pero ya hemos observado que la previsión no es un “atout”, que dirían los franceses, inherente a esta clase política que nos representa.
¿Reflexionamos?
sábado, 23 de octubre de 2010
Baix Penedès, ciutadans de segona
Darrerament la desigualtats territorials es manifesten més que mai. La crisi econòmica ha redimensionat, no només a molts de nosaltres, però sobretot ha redimensionat la concepció que es té, que tenim dels territoris en què vivim.
A tot això, inevitablement, cal afegir les competències i qualitats professionals dels nostres gestors territorials, els funcionaris que decideixen perquè, on, quan i com ha de ser el nostre territori, en última instància, el que els americans anomenen territorial managering.
No cal anar molt lluny, a la nostra mateixa província, es poden observar diverses d'aquestes desigualtats per a alguns socials i per a altres territorials, en resum de totes dues dimensions, doncs, sense societat el territori no deixa de ser espai geomètric.
Heus aquí un exemple, viscut per molts ciutadans de la comarca del Baix Penedès.
Després d'uns mesos, en els que amb més pena que glòria es van aprovar les noves lleis territorials de Catalunya, la situació, el imbroglio, la confusió, reina a plaer. Fins que no es Demostri el contrari, i fins que el mapa provincial no canviï del tot, els municipis que conformen la comarca del Baix Penedès depenen o formen part de la província de Tarragona, igual que els municipis de la resta de comarques que formen part d'aquesta demarcació, ni més ni menys.
Aquest fet, merament administratiu per a alguns, sentimental i identitari per a altres, fa que si un ciutadà del Baix Penedès ha d'anar a realitzar una gestió a la capital de província, i cregui oportú circular per l'autopista AP-7, li costarà, només de peatges, 8,20 € anada i tornada. No vull parlar de trens (cap tren directe entre els municipis d'aquesta comarca i Tarragona).
Els ciutadans que viuen a la resta de municipis provincials per on circula aquesta autopista, tenen accés gratuït per dirigir-se a la capital de província, si senyors lectors, gratuïta, ni més ni menys.
És més, en aquest nou mapa de vegueries amb les que el govern tripartit, ha dividit, redividit, el territori de Catalunya, segons les seves sensibilitats, les dels polítics, no les sensibilitats del país, ha situat la comarca del Baix Penedès, molt malgrat les seves habitants, que havien demanat pertànyer a una Vegueria pròpia, la del Penedès, a la Vegueria del Camp de Tarragona, de la qual Tarragona és si no capital, per no enfadar al públic reusenca, almenys ciutat matriu d'aquesta vegueria.
Aquest fet duplica la injustícia que suporten els ciutadans del Baix Penedès, ja que continuarem obligats a dirigir-nos a Tarragona, pagant sacrosanta, quan molts dels nostres col legues de vegueria no ho faran.
A qui hem de demanar responsabilitats per aquesta discriminació de la gent del Baix Penedès, tractats com a ciutadans de segona, per les autoritats provincials i les de la Generalitat?
¿Al Consell Comarcal del Baix Penedès? Per no defensar els interessos dels habitants de la seva comarca, suportant un greuge que dura anys.
¿A Delegat de la Generalitat per a les comarques del Camp de Tarragona? No només per no defensar a part dels ciutadans als quals es deu professionalment, ja que cobra dels nostres impostos.
Aquí queda una denúncia d'un desgreuge territorial, a qui ningú vol donar resposta, i de la qual ningú vol assumir responsabilitats.
Reflexionem?
A tot això, inevitablement, cal afegir les competències i qualitats professionals dels nostres gestors territorials, els funcionaris que decideixen perquè, on, quan i com ha de ser el nostre territori, en última instància, el que els americans anomenen territorial managering.
No cal anar molt lluny, a la nostra mateixa província, es poden observar diverses d'aquestes desigualtats per a alguns socials i per a altres territorials, en resum de totes dues dimensions, doncs, sense societat el territori no deixa de ser espai geomètric.
Heus aquí un exemple, viscut per molts ciutadans de la comarca del Baix Penedès.
Després d'uns mesos, en els que amb més pena que glòria es van aprovar les noves lleis territorials de Catalunya, la situació, el imbroglio, la confusió, reina a plaer. Fins que no es Demostri el contrari, i fins que el mapa provincial no canviï del tot, els municipis que conformen la comarca del Baix Penedès depenen o formen part de la província de Tarragona, igual que els municipis de la resta de comarques que formen part d'aquesta demarcació, ni més ni menys.
Aquest fet, merament administratiu per a alguns, sentimental i identitari per a altres, fa que si un ciutadà del Baix Penedès ha d'anar a realitzar una gestió a la capital de província, i cregui oportú circular per l'autopista AP-7, li costarà, només de peatges, 8,20 € anada i tornada. No vull parlar de trens (cap tren directe entre els municipis d'aquesta comarca i Tarragona).
Els ciutadans que viuen a la resta de municipis provincials per on circula aquesta autopista, tenen accés gratuït per dirigir-se a la capital de província, si senyors lectors, gratuïta, ni més ni menys.
És més, en aquest nou mapa de vegueries amb les que el govern tripartit, ha dividit, redividit, el territori de Catalunya, segons les seves sensibilitats, les dels polítics, no les sensibilitats del país, ha situat la comarca del Baix Penedès, molt malgrat les seves habitants, que havien demanat pertànyer a una Vegueria pròpia, la del Penedès, a la Vegueria del Camp de Tarragona, de la qual Tarragona és si no capital, per no enfadar al públic reusenca, almenys ciutat matriu d'aquesta vegueria.
Aquest fet duplica la injustícia que suporten els ciutadans del Baix Penedès, ja que continuarem obligats a dirigir-nos a Tarragona, pagant sacrosanta, quan molts dels nostres col legues de vegueria no ho faran.
A qui hem de demanar responsabilitats per aquesta discriminació de la gent del Baix Penedès, tractats com a ciutadans de segona, per les autoritats provincials i les de la Generalitat?
¿Al Consell Comarcal del Baix Penedès? Per no defensar els interessos dels habitants de la seva comarca, suportant un greuge que dura anys.
¿A Delegat de la Generalitat per a les comarques del Camp de Tarragona? No només per no defensar a part dels ciutadans als quals es deu professionalment, ja que cobra dels nostres impostos.
Aquí queda una denúncia d'un desgreuge territorial, a qui ningú vol donar resposta, i de la qual ningú vol assumir responsabilitats.
Reflexionem?
viernes, 10 de septiembre de 2010
28-N: lo que realmente está en juego
Nuestro President ha desojado la margarita, al final las elecciones se celebrarán el dia 28 de noviembre, por fin se ha decidido a poner la maquina electoral en movimiento. Nada más decirlo, se apresuró, y de que manera, en calificar estas elecciones como cruciales, no solo para Catalunya, sino también se atrevió a hablar de generaciones, vamos, que habrá un antes y un después de este 28-N.
Personalmente creo que todas la elecciones poseen esta calificación de cruciales, de determinantes, sino que debería pensar de las pasadas elecciones. Seguramente se refirió en estos terminas para poner más énfasis a una situación que desde su punto de vista es más frágil que según el punto de vista de otros.
Pero podríamos individuar, desde un punto de vista geográfico, ¿que es lo que esta realmente en juego en estas elecciones?. Porqué no se trata de cambiar, únicamente de President, se trata de continuar con un modelo territorial de país, el del tripartit, o de cambiarlo por otro modelo territorial, a continuación haremos un poco de síntesis de estos modelos.
El modelo territorial de país que pueda defender un partido u otro, no deja de ser uno de los aspectos más relevantes, sobre todo por la relevancia que conlleva en nuestro día a día o en nuestro futuro próximo, o el futuro de nuestros descendientes.
Estas consideraciones parten del presupuesto de tener un horizonte visual a largo plazo, cosa que para muchos de nuestros políticos, es inexistente, y lo sufrimos todos y todas.
Curiosamente o no, dos de las últimas leyes que se aprobaron en el Parlament de Catalunya, trataban precisamente este tema del modelo territorial, las prisas son siempre traicionera.
Una era la ley de las Veguerias, de la que tan poco se ha hablado en profundidad, y de la que pagará un alto precio colectivo. La otra, de la que tampoco se ha hablado, es la ley del Área Metropolitana de Barcelona, de la que, desgraciadamente, toda Catalunya sufrirá sus externalidades.
Lo que queda realmente claro es que el modelo del Tripartit, se basa, exclusivamente, en el Área Metropolitana de Barcelona, en potenciar su rol en el conjunto del esqueleto territorial de Catalunya. Desde un punto de vista electoralista, es del todo lógico, pues la mayoría de sus votantes residen en este territorio metropolitano, y con esta ley, se han garantizado un órgano autónomo, que permite definir una serie de líneas estratégicas de desarrollo, basadas exclusivamente en esta óptica metropolitana, pero que afecta al resto de Catalunya, creando un agravio territorial al respecto del que nadie habla, ni seguramente hablará.
En suma, la visión de país de esta ideología política que defiende el Tripartit, reduce el complejo territorio de Catalunya a una simple Área Metropolitana de Barcelona y un conjunto de territorios subyugados a la misma, algunos le llaman centralismo, pero en el vocabulario progresista del catalanismo tripartido, esta palabra se reserva exclusivamente a Madrid y a sus políticas periféricas, pero en Catalunya, todo es armonía y el centralismo es formalmente y oficialmente inexistente, pero de existir existe y de que manera.
La visión y el modelo territorial que se contrapone a esta modelo del Tripartit, es totalmente diferente en su lógica funcional. Algunos miembros del progresismo la llaman retrograda, ruralista, antimoderna, y un sinfín de epítetos que intentan desacreditarla, pero que es la que forma parte de un catalanismo político con muchos años de historia, del que forman parte figuras ilustres de la geografía catalana, entre los cuales se encuentra Pau Vilà. Figura que muchos políticos actuales han nombrado para tratar de legitimar esta ultima ley de Veguerias, pero del que seguro no han leído nada de nada, porque sino no dirían lo que se ha dicho de él, sobre todo, referente al territorio del Penedès y a su voluntad de establecerse como Vegueria, derecho negado por cierto.
A Catalunya siempre se la quiere comparar con Holanda, y Holanda rehúye de cualquier modelo centralista como supone este modelo del Área Metropolitana de Barcelona. Holanda esta caracterizada por tener un esqueleto territorial basado en la ciudades medias, y en la integración de cada pedazo de territorio en una lógica inclusiva, de respeto mutuo, no solo entre habitantes de los diferentes territorios que forman el país, sino que también entre los territorios mismo, independientemente que vivan 5, 500, 5000 personas en ellos.
Lo que realmente esta en juego en las próximas elecciones, no es tener un gobierno de progresistas o de conservadores, lo que realmente esta en juego es el futuro de Catalunya como territorio, como país, como identidad.
Si nos perdemos en estériles debates sobre discursos políticos superfluos, dejaremos el destino del territorio, nuestro soporte vital, en manos de gente que no lo valora como tal, y acabaremos siendo meros ocupantes de un espacio lleno de cosas pero vacío de significados, seremos simplemente los números que llenan el espacio geométrico.
Personalmente creo que todas la elecciones poseen esta calificación de cruciales, de determinantes, sino que debería pensar de las pasadas elecciones. Seguramente se refirió en estos terminas para poner más énfasis a una situación que desde su punto de vista es más frágil que según el punto de vista de otros.
Pero podríamos individuar, desde un punto de vista geográfico, ¿que es lo que esta realmente en juego en estas elecciones?. Porqué no se trata de cambiar, únicamente de President, se trata de continuar con un modelo territorial de país, el del tripartit, o de cambiarlo por otro modelo territorial, a continuación haremos un poco de síntesis de estos modelos.
El modelo territorial de país que pueda defender un partido u otro, no deja de ser uno de los aspectos más relevantes, sobre todo por la relevancia que conlleva en nuestro día a día o en nuestro futuro próximo, o el futuro de nuestros descendientes.
Estas consideraciones parten del presupuesto de tener un horizonte visual a largo plazo, cosa que para muchos de nuestros políticos, es inexistente, y lo sufrimos todos y todas.
Curiosamente o no, dos de las últimas leyes que se aprobaron en el Parlament de Catalunya, trataban precisamente este tema del modelo territorial, las prisas son siempre traicionera.
Una era la ley de las Veguerias, de la que tan poco se ha hablado en profundidad, y de la que pagará un alto precio colectivo. La otra, de la que tampoco se ha hablado, es la ley del Área Metropolitana de Barcelona, de la que, desgraciadamente, toda Catalunya sufrirá sus externalidades.
Lo que queda realmente claro es que el modelo del Tripartit, se basa, exclusivamente, en el Área Metropolitana de Barcelona, en potenciar su rol en el conjunto del esqueleto territorial de Catalunya. Desde un punto de vista electoralista, es del todo lógico, pues la mayoría de sus votantes residen en este territorio metropolitano, y con esta ley, se han garantizado un órgano autónomo, que permite definir una serie de líneas estratégicas de desarrollo, basadas exclusivamente en esta óptica metropolitana, pero que afecta al resto de Catalunya, creando un agravio territorial al respecto del que nadie habla, ni seguramente hablará.
En suma, la visión de país de esta ideología política que defiende el Tripartit, reduce el complejo territorio de Catalunya a una simple Área Metropolitana de Barcelona y un conjunto de territorios subyugados a la misma, algunos le llaman centralismo, pero en el vocabulario progresista del catalanismo tripartido, esta palabra se reserva exclusivamente a Madrid y a sus políticas periféricas, pero en Catalunya, todo es armonía y el centralismo es formalmente y oficialmente inexistente, pero de existir existe y de que manera.
La visión y el modelo territorial que se contrapone a esta modelo del Tripartit, es totalmente diferente en su lógica funcional. Algunos miembros del progresismo la llaman retrograda, ruralista, antimoderna, y un sinfín de epítetos que intentan desacreditarla, pero que es la que forma parte de un catalanismo político con muchos años de historia, del que forman parte figuras ilustres de la geografía catalana, entre los cuales se encuentra Pau Vilà. Figura que muchos políticos actuales han nombrado para tratar de legitimar esta ultima ley de Veguerias, pero del que seguro no han leído nada de nada, porque sino no dirían lo que se ha dicho de él, sobre todo, referente al territorio del Penedès y a su voluntad de establecerse como Vegueria, derecho negado por cierto.
A Catalunya siempre se la quiere comparar con Holanda, y Holanda rehúye de cualquier modelo centralista como supone este modelo del Área Metropolitana de Barcelona. Holanda esta caracterizada por tener un esqueleto territorial basado en la ciudades medias, y en la integración de cada pedazo de territorio en una lógica inclusiva, de respeto mutuo, no solo entre habitantes de los diferentes territorios que forman el país, sino que también entre los territorios mismo, independientemente que vivan 5, 500, 5000 personas en ellos.
Lo que realmente esta en juego en las próximas elecciones, no es tener un gobierno de progresistas o de conservadores, lo que realmente esta en juego es el futuro de Catalunya como territorio, como país, como identidad.
Si nos perdemos en estériles debates sobre discursos políticos superfluos, dejaremos el destino del territorio, nuestro soporte vital, en manos de gente que no lo valora como tal, y acabaremos siendo meros ocupantes de un espacio lleno de cosas pero vacío de significados, seremos simplemente los números que llenan el espacio geométrico.
Sense pagesos no hi ha paisatge
La setmana passada, llegíem en aquest diari, com de preocupant és la situació del pagesos penedesencs, i més concretament tots aquells i aquelles que es dediquen al món del raïm.
No deixa de ser un símptoma dels canvis estructurals del funcionament socioeconòmic de la nostra comarca, però no per això, el pagès, i sobretot la seva activitat, deixen de tenir una importància, pels temps present i sobretot pels temps de futur.
El que és verdaderament alarmant, és la insuficient i limitada visió de conjunt de la nostra classe dirigent, acostumada a veure el món des dels seus despatxos oficials i en prou feines fan un tomb pel territori que els envolta.
A França, la situació és totalment divergent, si ve el poder econòmic resideix a la seva capital, Paris, no per això han descuidat la resta del país, perquè saben, que sense França no hi ha Paris, i sense Paris, segurament no existeixi França, com a tal.
A França, el pagès te una funció molt important. No se si s’hi han fixat, quan veiem la gran cursa ciclista del Tour de França, moltes vegades restem bocabadats davant els paisatges que ens enfoquen les càmeres de la televisió que cobreix l’esdeveniment de la cursa. França, és un potencial de la varietat paisatgística, i el paisatge és un dels elements primordials a l’hora de produir una oferta turística de qualitat, ells ho sabem, nosaltres no.
Dèiem que a França el pagès té una funció important, per què? Doncs, perquè el pagès, no nomès realitza la seva feina en el sector primari, sinó que amb la seva feina i la seva perseverança, manté, i de quina manera, el paisatge en ordre, net, en fi que el goig que tenim quan veiem els paisatges francesos, és gràcies a la funció d’aquest pagès, i la classe dirigent ho reconeix, ho respecte i ho potencia, aquí no.
Si al Penedès continua la crisi del sector del raïm, pagant preus misericordiosos al pagesos pel seu treball i sobretot pel seu fruit, la seva presencia esdevindrà un luxe, més aviat una contradicció, doncs no podrà sobreviure, i llavors tots els camps de raïm que veiem pels voltants de la nostra comarca, i que ens transmeten una harmonia entre el paisatge i nosaltres esdevindran camps de malesherbes, com ja se’n veuen per ací i per allí.
No parlem dels municipis de la costa, on el concepte de paisatge, es relaciona a l’”skyline”, deshumanització total d’un entorn, que un temps era harmoniós amb nosaltres i que ara no deixa de ser un background, on posar edificis, com dirien els renaixentistes italians, un espai buit on posar-hi coses.
Pel pagès, el paisatge no és un espai buit on posar-hi coses, és un element del que s’ha de procurar la seva harmoniosa supervivència, i convivència, doncs d’aquest paisatge és d’on ell en treu els fruits per sobreviure.
No podem continuar veient el pagès com un simple treballador, aquest pagès realitza un treball comunitari que no se li ve reconegut i del que tots en sortim beneficiats, i encara més quan es parla de canviar l’oferta turística, un turisme rural sense paisatge ben conservat no té sentit.
Aquí es tracta de trobar una combinació de factors que permetin no només la supervivència del pagès sinó també la continuació per part d’altres d’aquesta activitat, sinó l’ombra del Baix Llobregat, es projectarà cada cop amb més força sobre la nostra comarca, que un temps, era un exemple d’harmonia entre activitat humana i paisatge.
Quins són aquest factors? Doncs per començar, catalogar el paisatge i potencia la seva supervivència, sense ell no hi ha turisme de qualitat. Al catalogar i potenciar aquest paisatge es produeix un reconeixement del pagès com a element actiu, i el seu treball potencialment estaria més valorat, tant qualitativament com quantitativament. I quina podria ser la conseqüència de tenir un bon paisatge? Doncs que automàticament els productes del territori, entre ells el turisme, rebria un valor afegit, un valor qualitatiu, que faria augmentar la seva potencialitat i la seva productivitat, i un altre cop tots en sortiríem guanyant.
De nosaltres depèn que continuem formant part del Penedès, o que comencem a formar part d’una comarca a la que ja volem canviar el nom, del Baix Penedès, ara ens volen dir Baix Llobregat sud.
Fins quan amb aquest desvalorització moral cap als pagesos penedesencs i de la nostra comarca? Si us plau reflectim uns segons.
No deixa de ser un símptoma dels canvis estructurals del funcionament socioeconòmic de la nostra comarca, però no per això, el pagès, i sobretot la seva activitat, deixen de tenir una importància, pels temps present i sobretot pels temps de futur.
El que és verdaderament alarmant, és la insuficient i limitada visió de conjunt de la nostra classe dirigent, acostumada a veure el món des dels seus despatxos oficials i en prou feines fan un tomb pel territori que els envolta.
A França, la situació és totalment divergent, si ve el poder econòmic resideix a la seva capital, Paris, no per això han descuidat la resta del país, perquè saben, que sense França no hi ha Paris, i sense Paris, segurament no existeixi França, com a tal.
A França, el pagès te una funció molt important. No se si s’hi han fixat, quan veiem la gran cursa ciclista del Tour de França, moltes vegades restem bocabadats davant els paisatges que ens enfoquen les càmeres de la televisió que cobreix l’esdeveniment de la cursa. França, és un potencial de la varietat paisatgística, i el paisatge és un dels elements primordials a l’hora de produir una oferta turística de qualitat, ells ho sabem, nosaltres no.
Dèiem que a França el pagès té una funció important, per què? Doncs, perquè el pagès, no nomès realitza la seva feina en el sector primari, sinó que amb la seva feina i la seva perseverança, manté, i de quina manera, el paisatge en ordre, net, en fi que el goig que tenim quan veiem els paisatges francesos, és gràcies a la funció d’aquest pagès, i la classe dirigent ho reconeix, ho respecte i ho potencia, aquí no.
Si al Penedès continua la crisi del sector del raïm, pagant preus misericordiosos al pagesos pel seu treball i sobretot pel seu fruit, la seva presencia esdevindrà un luxe, més aviat una contradicció, doncs no podrà sobreviure, i llavors tots els camps de raïm que veiem pels voltants de la nostra comarca, i que ens transmeten una harmonia entre el paisatge i nosaltres esdevindran camps de malesherbes, com ja se’n veuen per ací i per allí.
No parlem dels municipis de la costa, on el concepte de paisatge, es relaciona a l’”skyline”, deshumanització total d’un entorn, que un temps era harmoniós amb nosaltres i que ara no deixa de ser un background, on posar edificis, com dirien els renaixentistes italians, un espai buit on posar-hi coses.
Pel pagès, el paisatge no és un espai buit on posar-hi coses, és un element del que s’ha de procurar la seva harmoniosa supervivència, i convivència, doncs d’aquest paisatge és d’on ell en treu els fruits per sobreviure.
No podem continuar veient el pagès com un simple treballador, aquest pagès realitza un treball comunitari que no se li ve reconegut i del que tots en sortim beneficiats, i encara més quan es parla de canviar l’oferta turística, un turisme rural sense paisatge ben conservat no té sentit.
Aquí es tracta de trobar una combinació de factors que permetin no només la supervivència del pagès sinó també la continuació per part d’altres d’aquesta activitat, sinó l’ombra del Baix Llobregat, es projectarà cada cop amb més força sobre la nostra comarca, que un temps, era un exemple d’harmonia entre activitat humana i paisatge.
Quins són aquest factors? Doncs per començar, catalogar el paisatge i potencia la seva supervivència, sense ell no hi ha turisme de qualitat. Al catalogar i potenciar aquest paisatge es produeix un reconeixement del pagès com a element actiu, i el seu treball potencialment estaria més valorat, tant qualitativament com quantitativament. I quina podria ser la conseqüència de tenir un bon paisatge? Doncs que automàticament els productes del territori, entre ells el turisme, rebria un valor afegit, un valor qualitatiu, que faria augmentar la seva potencialitat i la seva productivitat, i un altre cop tots en sortiríem guanyant.
De nosaltres depèn que continuem formant part del Penedès, o que comencem a formar part d’una comarca a la que ja volem canviar el nom, del Baix Penedès, ara ens volen dir Baix Llobregat sud.
Fins quan amb aquest desvalorització moral cap als pagesos penedesencs i de la nostra comarca? Si us plau reflectim uns segons.
jueves, 9 de septiembre de 2010
La España federal, la enésima utopía
Será el 28 de noviembre el día elegido para las elecciones autonómicas de Catalunya. Como siempre, cuando se acercan los comicios, muchos protagonistas se sacan de una especie de chistera, conceptos, modelos, y sobre todo tópicos. Tópicos porque son discursos que siempre se dicen antes de unas elecciones, pero que se ubican en el cajón del olvido, el mismo día después.
Uno de estos conceptos es el de la España federal. ¿Pero que significa España federal? ¿Ha existido alguna vez una España federal? ¿Sería posible la existencia de una España federal?
Federal, es un concepto que significa pacto, un pacto entre diferentes entes para constituir un organismo superior que aglutine una serie de diversidades.
España, a lo largo de la historia, ha sido una denominación de un territorio, el territorio de la antigua provincia romana de Hispania, y hasta bien avanzada la época moderna, se utilizaba en plural, pues ese territorio estaba constituido por diferentes entes estatales, Reino de Castilla y León, Reino de Navarra, Corona de Aragón, Reino de Granada. Si se hace caso son los estandartes que se representan en el escudo actual de España.
Con los Reyes católicos se materializó una unión de Coronas pero no de estados, y es por eso que la Corona de Aragón continuaba manteniendo sus privilegios y sus organismos estatales propios.
Con la entrada de la época moderna, y con la introducción de los modelos renacentistas en las formas de entender y concebir el mundo, se tendió hacia un centralismo, hacia la desaparición de una visión plural de los estados, por eso en España, como en Francia, se tendió hacia una política de eliminación de privilegios en los diferentes territorios estatales, un trabajo del que se encargo el famoso y “velazquino” Conde Duque Olivares.
El modelo territorial del Estado español, es un modelo de matriz francesa, pero en su versión “Low Cost”, con un toque de picaresca. Des de siglo XVII, el modelo federal del territorio español desapareció a base de guerras, Portugal se independizó, Catalunya sucumbió, Castilla se afirmó como eje de rotación del estado español.
Después de cuatro siglos de monotonía castellana, donde ha sido imposible afirmar una alternativa periférica de España, se nos quiere vender la moto de un modelo que no tiene ningún fundamento en el ideario común de la sociedad española.
Se dice que el modelo es Alemania, pero se olvidan que Alemania es Alemania, y se formó como tal a finales del siglo XIX, con una larga concepción federal de sus territorios. La trayectoria de España se aleja mucho, muchísimo de este modelo.
Es totalmente legitimo defender un modelo territorial proprio, pero se debería analizar sus posibilidades de éxito, porque sino restará otra cortina de humo, discursos vacios.
El modelo federal tuvo sus posibilidades en el primer periodo de transición, pero la España autonómica, aunque parezca lo contrario, condeno la España federal al ostracismo.
De los cinco grandes territorios españoles, los ya citados reinos del periodo medieval, que marcaron las diferentes identidades de la población española, se ha pasado a 17 comunidades autónomas, lo que dificulta aún más la afirmación de esta modelo federal.
Porque de las 17 comunidades se derivan actualmente 17 identidades distintas, el territorio institucional produce identidad, y todos los territorios quieren los mismos privilegios, el famoso “café para todos”.
Utopía, era el nombre de una obra maestra de la literatura universal. Más concretamente era el nombre de una isla “imaginaria” donde existía un gobierno ideal, donde todo el mundo encontraba su lugar, todo el mundo podía representarse.
Utópica, imaginaria, seria la calificación de este modelo federal del estado español, esperando que sus defensores no terminen como el autor de Utopía.
Uno de estos conceptos es el de la España federal. ¿Pero que significa España federal? ¿Ha existido alguna vez una España federal? ¿Sería posible la existencia de una España federal?
Federal, es un concepto que significa pacto, un pacto entre diferentes entes para constituir un organismo superior que aglutine una serie de diversidades.
España, a lo largo de la historia, ha sido una denominación de un territorio, el territorio de la antigua provincia romana de Hispania, y hasta bien avanzada la época moderna, se utilizaba en plural, pues ese territorio estaba constituido por diferentes entes estatales, Reino de Castilla y León, Reino de Navarra, Corona de Aragón, Reino de Granada. Si se hace caso son los estandartes que se representan en el escudo actual de España.
Con los Reyes católicos se materializó una unión de Coronas pero no de estados, y es por eso que la Corona de Aragón continuaba manteniendo sus privilegios y sus organismos estatales propios.
Con la entrada de la época moderna, y con la introducción de los modelos renacentistas en las formas de entender y concebir el mundo, se tendió hacia un centralismo, hacia la desaparición de una visión plural de los estados, por eso en España, como en Francia, se tendió hacia una política de eliminación de privilegios en los diferentes territorios estatales, un trabajo del que se encargo el famoso y “velazquino” Conde Duque Olivares.
El modelo territorial del Estado español, es un modelo de matriz francesa, pero en su versión “Low Cost”, con un toque de picaresca. Des de siglo XVII, el modelo federal del territorio español desapareció a base de guerras, Portugal se independizó, Catalunya sucumbió, Castilla se afirmó como eje de rotación del estado español.
Después de cuatro siglos de monotonía castellana, donde ha sido imposible afirmar una alternativa periférica de España, se nos quiere vender la moto de un modelo que no tiene ningún fundamento en el ideario común de la sociedad española.
Se dice que el modelo es Alemania, pero se olvidan que Alemania es Alemania, y se formó como tal a finales del siglo XIX, con una larga concepción federal de sus territorios. La trayectoria de España se aleja mucho, muchísimo de este modelo.
Es totalmente legitimo defender un modelo territorial proprio, pero se debería analizar sus posibilidades de éxito, porque sino restará otra cortina de humo, discursos vacios.
El modelo federal tuvo sus posibilidades en el primer periodo de transición, pero la España autonómica, aunque parezca lo contrario, condeno la España federal al ostracismo.
De los cinco grandes territorios españoles, los ya citados reinos del periodo medieval, que marcaron las diferentes identidades de la población española, se ha pasado a 17 comunidades autónomas, lo que dificulta aún más la afirmación de esta modelo federal.
Porque de las 17 comunidades se derivan actualmente 17 identidades distintas, el territorio institucional produce identidad, y todos los territorios quieren los mismos privilegios, el famoso “café para todos”.
Utopía, era el nombre de una obra maestra de la literatura universal. Más concretamente era el nombre de una isla “imaginaria” donde existía un gobierno ideal, donde todo el mundo encontraba su lugar, todo el mundo podía representarse.
Utópica, imaginaria, seria la calificación de este modelo federal del estado español, esperando que sus defensores no terminen como el autor de Utopía.
martes, 24 de agosto de 2010
La saturación territorial del Baix Penedès
Se acaba el verano en la Costa Daurada septentrional. Ha sido un verano intenso, con novedades, pero en el que se han repetido los mismos problemas de siempre. Estos problemas se pueden resumir en una palabra, saturación del territorio.
Esta saturación del territorio produce una serie de externalidades que sufren exclusivamente la gente que reside todo el año en la comarca, y más concretamente en los municipios de la costa, El Vendrell, Calafell y Cunit, que sufren esta saturación y sus consecuentes externalidades.
Pondremos algunos ejemplos de este tipo de externalidades, e intentaremos proponer, desde la modestia, siempre desde la modestia, unas hipotéticas soluciones.
Para empezar, se podría hablar de los problemas de movilidad y el de aparcar. Si un ciudadano del Vendrell, Calafell o Cunit, se atreve a ir en coche a las zonas de playa de su municipio, vera como es casi imposible, aparcar el coche. Muchas plazas están ocupadas por vehículos de veraneantes, que estacionan el coche en el mismo sitio durante un mes, con el agravio que esto comporta para los residentes.
Una de las soluciones al problema seria tomar ejemplo de Barcelona, lugar de origen de muchos de los veraneantes. Allí la creatividad progresista no tiene límites, y se inventaron la zona azul, para estacionar temporalmente, a un precio elevado, y una zona verde, para residentes exclusivos, a precios módicos o irrisorios, para evitar el agravio a los residentes barceloneses, y si un residente de fuera de Barcelona se atreve a aparcar en la zona verde, la multa es considerable. Esta práctica de favorecer a los residentes de Barcelona, se denomina discriminación positiva.
En los municipios costeros del Baix Penedès se debería hacer lo mismo, discriminar positivamente a los ciudadanos residentes, y los no residentes que se adapten a las necesidades, como hacemos todos cuando vamos a Barcelona.
El tema de los CAP, Centros de Atención Primaria, porque del Hospital Comarcal ni hablamos, pues antes de acabar su construcción ya estaba desfasado, debido al crecimiento demográfico espectacular de la comarca, y la falta de previsión de unas autoridades superfluas.
En los CAP, hay una plantilla proporcional al número de habitantes censados del municipio en el que se encuentra. Por ejemplo, en Cunit, la población residente es de 13.000 habitantes, pero en verano se llega a una cifra de 50.000 habitantes o más, pero el numero de médicos, enfermeras y auxiliares es el mismo, por lo que la saturación se materializa más que nunca. Y quien sufre el desagravio, los residentes. Sabiendo que existe esta población flotante que durante cuatro meses viene a residir en nuestros municipios, por partes de las autoridades encargadas de la sanidad, se podría augmentar la plantilla proporcionalmente al numero de personas que vienen a vivir en estos municipios, ¿tan difícil es? ¿No son capaces? El beneficio no solo seria para los residentes, sino que también se verían beneficios la población flotante, todos contentos.
Por ultimo, el tema de la seguridad. Para empezar que el número de Mossos de Esquadra es muy deficiente para cubrir el territorio de la comarca, y si encima le sumamos el dato de la multiplicación de la población durante el periodo estivo, el perjuicio es mayor. La Policía Municipal, más o menos, sufre las mismas problemáticas, de allí la dificultad de solucionar los problemas del Top Manta o la voluntad de cubrir la seguridad de la totalidad de los municipios costeros. La solución pasaría por augmentar el número de efectivos para estas fechas veraniegas, desde la Generalitat a los Ayuntamientos se debería encontrar una solución que permitiera la presencia de mas efectivos. Patrullas mixtas con agentes con experiencia y los futuros policías que hacen sus estudios en la Academia de Mollet.
Los residentes del Baix Penedès estamos saturados, como nuestro territorio. No es justo que durante cuatro meses queramos desaparecer de nuestros municipios por el descontrol y la saturación territorial que se localiza en ellos, y de los que no se encuentras soluciones.
Esta claro que la gestión de estas problemáticas por parte de nuestro delegado territorial de la Generalitat ha sido nefasta, y si tienen la posibilidad lean su última entrevista en el semanario del 3 de Vuit, no tiene desperdicio, sus respuestas son para enmarcar, su incapacidad, y sobretodo, el desprecio con el que habla de nuestra comarca, son censurables.
El “Zapatero” tarraconense, debería saber que los votos dan autoridad, y sobre todo, responsabilidad, pero no inteligencia. Y la falta de esta última la sufrimos los ciudadanos del Baix Penedès.
Esta saturación del territorio produce una serie de externalidades que sufren exclusivamente la gente que reside todo el año en la comarca, y más concretamente en los municipios de la costa, El Vendrell, Calafell y Cunit, que sufren esta saturación y sus consecuentes externalidades.
Pondremos algunos ejemplos de este tipo de externalidades, e intentaremos proponer, desde la modestia, siempre desde la modestia, unas hipotéticas soluciones.
Para empezar, se podría hablar de los problemas de movilidad y el de aparcar. Si un ciudadano del Vendrell, Calafell o Cunit, se atreve a ir en coche a las zonas de playa de su municipio, vera como es casi imposible, aparcar el coche. Muchas plazas están ocupadas por vehículos de veraneantes, que estacionan el coche en el mismo sitio durante un mes, con el agravio que esto comporta para los residentes.
Una de las soluciones al problema seria tomar ejemplo de Barcelona, lugar de origen de muchos de los veraneantes. Allí la creatividad progresista no tiene límites, y se inventaron la zona azul, para estacionar temporalmente, a un precio elevado, y una zona verde, para residentes exclusivos, a precios módicos o irrisorios, para evitar el agravio a los residentes barceloneses, y si un residente de fuera de Barcelona se atreve a aparcar en la zona verde, la multa es considerable. Esta práctica de favorecer a los residentes de Barcelona, se denomina discriminación positiva.
En los municipios costeros del Baix Penedès se debería hacer lo mismo, discriminar positivamente a los ciudadanos residentes, y los no residentes que se adapten a las necesidades, como hacemos todos cuando vamos a Barcelona.
El tema de los CAP, Centros de Atención Primaria, porque del Hospital Comarcal ni hablamos, pues antes de acabar su construcción ya estaba desfasado, debido al crecimiento demográfico espectacular de la comarca, y la falta de previsión de unas autoridades superfluas.
En los CAP, hay una plantilla proporcional al número de habitantes censados del municipio en el que se encuentra. Por ejemplo, en Cunit, la población residente es de 13.000 habitantes, pero en verano se llega a una cifra de 50.000 habitantes o más, pero el numero de médicos, enfermeras y auxiliares es el mismo, por lo que la saturación se materializa más que nunca. Y quien sufre el desagravio, los residentes. Sabiendo que existe esta población flotante que durante cuatro meses viene a residir en nuestros municipios, por partes de las autoridades encargadas de la sanidad, se podría augmentar la plantilla proporcionalmente al numero de personas que vienen a vivir en estos municipios, ¿tan difícil es? ¿No son capaces? El beneficio no solo seria para los residentes, sino que también se verían beneficios la población flotante, todos contentos.
Por ultimo, el tema de la seguridad. Para empezar que el número de Mossos de Esquadra es muy deficiente para cubrir el territorio de la comarca, y si encima le sumamos el dato de la multiplicación de la población durante el periodo estivo, el perjuicio es mayor. La Policía Municipal, más o menos, sufre las mismas problemáticas, de allí la dificultad de solucionar los problemas del Top Manta o la voluntad de cubrir la seguridad de la totalidad de los municipios costeros. La solución pasaría por augmentar el número de efectivos para estas fechas veraniegas, desde la Generalitat a los Ayuntamientos se debería encontrar una solución que permitiera la presencia de mas efectivos. Patrullas mixtas con agentes con experiencia y los futuros policías que hacen sus estudios en la Academia de Mollet.
Los residentes del Baix Penedès estamos saturados, como nuestro territorio. No es justo que durante cuatro meses queramos desaparecer de nuestros municipios por el descontrol y la saturación territorial que se localiza en ellos, y de los que no se encuentras soluciones.
Esta claro que la gestión de estas problemáticas por parte de nuestro delegado territorial de la Generalitat ha sido nefasta, y si tienen la posibilidad lean su última entrevista en el semanario del 3 de Vuit, no tiene desperdicio, sus respuestas son para enmarcar, su incapacidad, y sobretodo, el desprecio con el que habla de nuestra comarca, son censurables.
El “Zapatero” tarraconense, debería saber que los votos dan autoridad, y sobre todo, responsabilidad, pero no inteligencia. Y la falta de esta última la sufrimos los ciudadanos del Baix Penedès.
viernes, 20 de agosto de 2010
Top Manta, ¿Por qué el Baix Penedès?
En un principio parecía que tendríamos un mes de Agosto, caluroso, con días de playa, y tiempo para disfrutar de nuestras vacaciones en la Costa Daurada septentrional, pero hemos salido en todos los medios de comunicación, nacionales, estatales e internacionales. ¿Promoción turística? ¿Calidad de los servicios?, pues no.
La gran novedad de este verano no han sido, por suerte, los incendios de los pocos espacios verdes que quedan en esta comarca, más bien porque ya no quedan espacios, pues esta todo o casi construido, sino el efecto o la presencia de los archiconocidos “manteros” o los “top manta”.
Una presencia que seguramente algún geógrafo iluminado, o algún antropólogo urbano estará estudiando para su tesis doctoral, pero que actualmente, daña, y de que manera, no solo, lo que todos dicen, la imagen de un municipio, y, en este caso, de una comarca entera, sino que dañan, y seriamente, la legitimidad institucional, no solo de los alcaldes, sino de los municipios y de la ley misma.
Pero la pregunta interesante, y que nadie veo que se ha hecho seria la siguiente: el por qué de la presencia de estos “manteros”, en la comarca del Baix Penedès, y más concretamente en los municipios del Vendrell y Calafell.
En los últimos tres decenios, esta comarca encabeza las clasificaciones de crecimiento demográfico de Catalunya. Este crecimiento se fundamenta, mayoritariamente en el crecimiento migratorio, es decir, que la población crece, no porque sus habitantes se reproduzcan más, sino porque en ella, vienen cada año más población a vivir, la mayoría de la cual forma parte de la primera corona metropolitana de Barcelona.
Esta comarca, y más concretamente estos dos municipios, junto con los de Cunit, no sólo han sufrido ritmos de crecimientos geométricos, unos crecimientos que se deberían producir en una escala temporal de trescientos años, y que se han producido en treinta años, sino que ha esta revolución demográfica oficial, hay que sumarle, el aumento de población, que técnicamente se denomina flotante.
La población flotante, se podría definir, como la población que esta empadronada en un municipio, en este caso, en los municipios del área metropolitana de Barcelona, pero que oficiosamente viven en uno de los tres municipios baixopenedesencos citados, pero que oficialmente no existen.
El factor negativo de esta población flotante es que como oficialmente no existen, en el momento de programar y diseñar la ordenación del territorio por parte de los organismos oficiales de la Generalitat, no se cuentan con ellos, y en el momento de la verdad, en la realidad que vivimos los ciudadanos de esta comarca, esta saturada, porque si oficialmente viven 25.000 en realidad son 100.000 o más, y técnicamente los Ayuntamientos, los centros médicos y toda una serie de servicios, que se denominan públicos, literalmente se saturan, y el perjuicio es para los autóctonos.
Que este análisis rápido no suene como escusa, lo injustificable es injustificable, pero este problema de los manteros sigue una lógica que podríamos denominar técnicamente de los “vasos comunicantes”.
Por ejemplo si el numero de policías que deben controlar un municipio se determina a partir de la población oficial, 25.000, esta claro que llegan a la saturación si deben cubrir una población oficiosa de 100.000. A esta realidad hay que añadir la presencia de los “manteros”, y su condición de dinamicidad, es decir que se mueven, y la policía tiene o tendría que ir detrás de ellos, llega un punto que las autoridades policiales deben elegir hacia donde mandar la policía, o controlamos toda la población, o controlamos los “manteros”, de allí la teoría de los vasos comunicantes, si el liquido se dirige a un vaso el otro se queda vacío proporcionalmente a la cantidad de liquido que circula de un vaso para el otro.
¿El problema de fondo cual seria?, que si se incumple una ilegalidad, automáticamente la autoridad política, y mas concretamente, sus cualidades morales desaparecen. Por ejemplo: con que autoridad un policía local me puede multar a mi, por una infracción leve, siendo yo rediente del municipio, pagando sacrosantamente mis impuestos, mientras a los “manteros”, no residentes en el municipio, se los cubre con una manta de impunidad?
Y que conste como dicen en Italia, que los “manteros” son “l’ultima ruota del carro”, pero al final seguimos pagando justos por pecadores, todo continua igual, los débiles somos nosotros.
La falta total de planificación territorial que ha sufrido esta comarca por parte de las autoridades competentes, suele tener estas consecuencias, los americanos, muy dogmáticos, lo denominarían “Collateral Damage”.
¿Responsabilidades?, ninguna, claro.
La gran novedad de este verano no han sido, por suerte, los incendios de los pocos espacios verdes que quedan en esta comarca, más bien porque ya no quedan espacios, pues esta todo o casi construido, sino el efecto o la presencia de los archiconocidos “manteros” o los “top manta”.
Una presencia que seguramente algún geógrafo iluminado, o algún antropólogo urbano estará estudiando para su tesis doctoral, pero que actualmente, daña, y de que manera, no solo, lo que todos dicen, la imagen de un municipio, y, en este caso, de una comarca entera, sino que dañan, y seriamente, la legitimidad institucional, no solo de los alcaldes, sino de los municipios y de la ley misma.
Pero la pregunta interesante, y que nadie veo que se ha hecho seria la siguiente: el por qué de la presencia de estos “manteros”, en la comarca del Baix Penedès, y más concretamente en los municipios del Vendrell y Calafell.
En los últimos tres decenios, esta comarca encabeza las clasificaciones de crecimiento demográfico de Catalunya. Este crecimiento se fundamenta, mayoritariamente en el crecimiento migratorio, es decir, que la población crece, no porque sus habitantes se reproduzcan más, sino porque en ella, vienen cada año más población a vivir, la mayoría de la cual forma parte de la primera corona metropolitana de Barcelona.
Esta comarca, y más concretamente estos dos municipios, junto con los de Cunit, no sólo han sufrido ritmos de crecimientos geométricos, unos crecimientos que se deberían producir en una escala temporal de trescientos años, y que se han producido en treinta años, sino que ha esta revolución demográfica oficial, hay que sumarle, el aumento de población, que técnicamente se denomina flotante.
La población flotante, se podría definir, como la población que esta empadronada en un municipio, en este caso, en los municipios del área metropolitana de Barcelona, pero que oficiosamente viven en uno de los tres municipios baixopenedesencos citados, pero que oficialmente no existen.
El factor negativo de esta población flotante es que como oficialmente no existen, en el momento de programar y diseñar la ordenación del territorio por parte de los organismos oficiales de la Generalitat, no se cuentan con ellos, y en el momento de la verdad, en la realidad que vivimos los ciudadanos de esta comarca, esta saturada, porque si oficialmente viven 25.000 en realidad son 100.000 o más, y técnicamente los Ayuntamientos, los centros médicos y toda una serie de servicios, que se denominan públicos, literalmente se saturan, y el perjuicio es para los autóctonos.
Que este análisis rápido no suene como escusa, lo injustificable es injustificable, pero este problema de los manteros sigue una lógica que podríamos denominar técnicamente de los “vasos comunicantes”.
Por ejemplo si el numero de policías que deben controlar un municipio se determina a partir de la población oficial, 25.000, esta claro que llegan a la saturación si deben cubrir una población oficiosa de 100.000. A esta realidad hay que añadir la presencia de los “manteros”, y su condición de dinamicidad, es decir que se mueven, y la policía tiene o tendría que ir detrás de ellos, llega un punto que las autoridades policiales deben elegir hacia donde mandar la policía, o controlamos toda la población, o controlamos los “manteros”, de allí la teoría de los vasos comunicantes, si el liquido se dirige a un vaso el otro se queda vacío proporcionalmente a la cantidad de liquido que circula de un vaso para el otro.
¿El problema de fondo cual seria?, que si se incumple una ilegalidad, automáticamente la autoridad política, y mas concretamente, sus cualidades morales desaparecen. Por ejemplo: con que autoridad un policía local me puede multar a mi, por una infracción leve, siendo yo rediente del municipio, pagando sacrosantamente mis impuestos, mientras a los “manteros”, no residentes en el municipio, se los cubre con una manta de impunidad?
Y que conste como dicen en Italia, que los “manteros” son “l’ultima ruota del carro”, pero al final seguimos pagando justos por pecadores, todo continua igual, los débiles somos nosotros.
La falta total de planificación territorial que ha sufrido esta comarca por parte de las autoridades competentes, suele tener estas consecuencias, los americanos, muy dogmáticos, lo denominarían “Collateral Damage”.
¿Responsabilidades?, ninguna, claro.
miércoles, 4 de agosto de 2010
La Frontera de la vergüenza
Una frontera no deja de ser una lugar simbólico, un lugar, hasta cierto punto sagrado, porque delimita las áreas de influencia y de acción de instituciones y organismos políticos, ja sean Estados, Regiones, Provincias, Comarcas o términos municipales.
El hecho que una frontera esté localizada en un sitio y no en otro depende de una serie de equilibrios institucionales, a veces es consecuencia de un conflicto bélico, lo que supone un sacrificio en vidas humanas, de ahí el carácter sagrado, y es por eso que se respeta su institución como tal.
Después de esta pequeña introducción, sobre lo que significa una frontera, trataremos de centrarnos en la que nos incumbe.
Nos situaremos en el espacio y en el tiempo. Espacialmente nos encontramos en la frontera provincial entre las provincias de Tarragona y Barcelona, en el termino municipal de Cunit, y más concretamente en el torrente d’en Pedró, un torrentillo, que no suele llevar agua, y que curiosamente, fue elegido en 1833 como limite entre estas dos provincias, dándole no sólo un valor simbólico, sino que también funcional.
Es para todos conocido, que durante los meses de verano, el municipio de Cunit recibe muchos visitantes temporales, que aprovechan el buen tiempo para ir a la playa y disfrutar del buen clima y del buen ambiente de Cunit.
Con el aumento de población en verano, una característica que se repite cada año, lo que debería ser previsible para las autoridades municipales, la depuradora de aguas, voluntaria o involuntariamente vierte aguas a este torrentillo. Esta frontera se convierte, pues, en un vertedero de aguas residuales, que puntualmente se repite, y que con un poco de mala suerte, esta corriente de agua llega hasta la playa, con los inconvenientes que ello comporta.
Como decía anteriormente, el aumento de población es previsible, y los responsables de gestionar esta situación, brillan por su ausencia, porqué el agua sigue vertiéndose, lo que condiciona no solamente la calidad de las playas y las aguas de Cunit, sino que también la imagen que se da como pueblo, y la imagen de los responsables de tal contaminación.
Esperando una rápida y correcta solución del problema, seguimos esperando, y nos merecemos una explicación.
El hecho que una frontera esté localizada en un sitio y no en otro depende de una serie de equilibrios institucionales, a veces es consecuencia de un conflicto bélico, lo que supone un sacrificio en vidas humanas, de ahí el carácter sagrado, y es por eso que se respeta su institución como tal.
Después de esta pequeña introducción, sobre lo que significa una frontera, trataremos de centrarnos en la que nos incumbe.
Nos situaremos en el espacio y en el tiempo. Espacialmente nos encontramos en la frontera provincial entre las provincias de Tarragona y Barcelona, en el termino municipal de Cunit, y más concretamente en el torrente d’en Pedró, un torrentillo, que no suele llevar agua, y que curiosamente, fue elegido en 1833 como limite entre estas dos provincias, dándole no sólo un valor simbólico, sino que también funcional.
Es para todos conocido, que durante los meses de verano, el municipio de Cunit recibe muchos visitantes temporales, que aprovechan el buen tiempo para ir a la playa y disfrutar del buen clima y del buen ambiente de Cunit.
Con el aumento de población en verano, una característica que se repite cada año, lo que debería ser previsible para las autoridades municipales, la depuradora de aguas, voluntaria o involuntariamente vierte aguas a este torrentillo. Esta frontera se convierte, pues, en un vertedero de aguas residuales, que puntualmente se repite, y que con un poco de mala suerte, esta corriente de agua llega hasta la playa, con los inconvenientes que ello comporta.
Como decía anteriormente, el aumento de población es previsible, y los responsables de gestionar esta situación, brillan por su ausencia, porqué el agua sigue vertiéndose, lo que condiciona no solamente la calidad de las playas y las aguas de Cunit, sino que también la imagen que se da como pueblo, y la imagen de los responsables de tal contaminación.
Esperando una rápida y correcta solución del problema, seguimos esperando, y nos merecemos una explicación.
La Vegueria Penedès
En el moment d’escriure l’article, manquen 24 hores pel ple convocat al Parlament de Catalunya, per tal d’aprovar la nova llei de Vegueries i la també llei de l’Àrea metropolitana de Barcelona.
En aquest cas, a nosaltres ens interessa , la llei que fa referència a les Vegueries, de la llei referent a l’Àrea Metropolitana de Barcelona, ja n’en parlarem en un altre article.
Doncs sí, el que semblava impossible, s’ha convertit en una cosa més que probable, tot depèn del compromís dels politics del nostre territori amb nosaltres, els seus habitants, i amb el territori mateix, amb la seva historia i la seva geografia.
Alguns hi estan a favor, preferentment CiU i el PP, els que no governen a la Generalitat, en canvi, tots els partits que governen a la Generalitat, es mouen entre un no rotund, com el PSC, un no pragmàtic, els de ICV, i un no però si, o un si però no, dels membres d’ERC, esperant que resolguin els seus problemes, interessos existencials, abans del ple de dimarts 27.
Cal recordar, en referència a AFP, l’Àmbit Funcional de Planificació, el germà petit de la Vegueria, el Penedès en tindrà un, finalment els partits es varen posar d’acord, i això és un acte de responsabilitat política i cal reconèixer, i felicitar a tots els membres, de tots els partits, que varen votar l’aplicació d’aquest àmbit.
Però el fet característic d’aquest Àmbit i d’aquesta futura vegueria és la seva legitimació. Formalment, la legitimació de l’Àmbit i de la futura Vegueria, l’hauria de donar la llei que s’aprovarà el proper dia 27, és a dir el Govern de la Generalitat, i més concretament la Conselleria de Governació, que proposa una visió territorial de Catalunya dividida en diferents Vegueries, i que en un principi no tenia prevista, i formalment no la té encara, la formació i institucionalització de la Vegueria Penedès.
Però en aquest cas cal afegir un aspecte, que potser les altres vegueries no posseeixen, la legitimació popular. Les 7 vegueries amb que el govern de la Generalitat vol dividir el territori de Catalunya, s’han decidit a la seu del DPTOP, i més concretament, el personatge on recau tota la responsabilitat ideològica del projecte de Vegueries, el geògraf metropolità, Oriol Nel.lo. Les reticències ideològiques i electoralistes, que no consentien desplegar aquesta vuitena Vegueria, el Penedès, han estat superades, gràcies a les voluntats i a la perseverança de gent de la terra, del territori penedesenc, que durant aquest cinc anys de treball i lluites institucionals, han pogut i han aconseguint una fita històrica, no només pel Penedès sinó que també per tota Catalunya.
Aquest grupuscle de penedesencs, no ha deixat mai de creure en la seva lluita i en el bé del Penedès i de la seva gent, autòctona i nouvinguts, perquè l’important es que tots se sentin agust en una terra que sempre ha acollit a tothom sense discriminacions.
És per això, que parlem de legitimitat popular, perquè han estat ells, els que han conduit una campanya de sensibilització, han estat ells, sense filiacions politiques, demostrant un sentit de transversalitat, que mai havia existit, que han continuat a creure en el projecte, tot i els entrebancs, que han existit, però que no han impedit perdre la moral i la cohesió d’aquesta gent compromesa amb tots nosaltres i el nostre territori.
No he volgut posar cap nom i cognom, perquè l’altruisme i l’anonimat personal, ha imperat al llarg d’aquests cinc anys, sense voler prendre protagonisme, cap tipus d’egocentrisme, i sempre el Penedès per davant de tot i tots.
Si el proper 27, s’aprova la constitució de la vuitena vegueria , la del Penedès, haurem de recordar-nos, per sempre, d’aquesta gent, perquè els politics, excepte alguns casos específics, i que cal felicitar, han anat sempre per darrera, en els últims temps, i veiem com la veu reivindicativa provenia de la base, del territori, han començat a sentir aquesta veu, i ara molts, volen posar(se) nom i cognoms, el que vulgarment es coneix com sortir a la foto...
Que surtin a la foto, però la feina dura, l’ha fet gent simple, cordial i del territori, que segurament no sortiran a la foto, perquè l’autor, l’element més important i decisiu de la foto, no hi surt mai...
gràcies a aquesta gent, a aquest fonamentalistes del Penedès.
En aquest cas, a nosaltres ens interessa , la llei que fa referència a les Vegueries, de la llei referent a l’Àrea Metropolitana de Barcelona, ja n’en parlarem en un altre article.
Doncs sí, el que semblava impossible, s’ha convertit en una cosa més que probable, tot depèn del compromís dels politics del nostre territori amb nosaltres, els seus habitants, i amb el territori mateix, amb la seva historia i la seva geografia.
Alguns hi estan a favor, preferentment CiU i el PP, els que no governen a la Generalitat, en canvi, tots els partits que governen a la Generalitat, es mouen entre un no rotund, com el PSC, un no pragmàtic, els de ICV, i un no però si, o un si però no, dels membres d’ERC, esperant que resolguin els seus problemes, interessos existencials, abans del ple de dimarts 27.
Cal recordar, en referència a AFP, l’Àmbit Funcional de Planificació, el germà petit de la Vegueria, el Penedès en tindrà un, finalment els partits es varen posar d’acord, i això és un acte de responsabilitat política i cal reconèixer, i felicitar a tots els membres, de tots els partits, que varen votar l’aplicació d’aquest àmbit.
Però el fet característic d’aquest Àmbit i d’aquesta futura vegueria és la seva legitimació. Formalment, la legitimació de l’Àmbit i de la futura Vegueria, l’hauria de donar la llei que s’aprovarà el proper dia 27, és a dir el Govern de la Generalitat, i més concretament la Conselleria de Governació, que proposa una visió territorial de Catalunya dividida en diferents Vegueries, i que en un principi no tenia prevista, i formalment no la té encara, la formació i institucionalització de la Vegueria Penedès.
Però en aquest cas cal afegir un aspecte, que potser les altres vegueries no posseeixen, la legitimació popular. Les 7 vegueries amb que el govern de la Generalitat vol dividir el territori de Catalunya, s’han decidit a la seu del DPTOP, i més concretament, el personatge on recau tota la responsabilitat ideològica del projecte de Vegueries, el geògraf metropolità, Oriol Nel.lo. Les reticències ideològiques i electoralistes, que no consentien desplegar aquesta vuitena Vegueria, el Penedès, han estat superades, gràcies a les voluntats i a la perseverança de gent de la terra, del territori penedesenc, que durant aquest cinc anys de treball i lluites institucionals, han pogut i han aconseguint una fita històrica, no només pel Penedès sinó que també per tota Catalunya.
Aquest grupuscle de penedesencs, no ha deixat mai de creure en la seva lluita i en el bé del Penedès i de la seva gent, autòctona i nouvinguts, perquè l’important es que tots se sentin agust en una terra que sempre ha acollit a tothom sense discriminacions.
És per això, que parlem de legitimitat popular, perquè han estat ells, els que han conduit una campanya de sensibilització, han estat ells, sense filiacions politiques, demostrant un sentit de transversalitat, que mai havia existit, que han continuat a creure en el projecte, tot i els entrebancs, que han existit, però que no han impedit perdre la moral i la cohesió d’aquesta gent compromesa amb tots nosaltres i el nostre territori.
No he volgut posar cap nom i cognom, perquè l’altruisme i l’anonimat personal, ha imperat al llarg d’aquests cinc anys, sense voler prendre protagonisme, cap tipus d’egocentrisme, i sempre el Penedès per davant de tot i tots.
Si el proper 27, s’aprova la constitució de la vuitena vegueria , la del Penedès, haurem de recordar-nos, per sempre, d’aquesta gent, perquè els politics, excepte alguns casos específics, i que cal felicitar, han anat sempre per darrera, en els últims temps, i veiem com la veu reivindicativa provenia de la base, del territori, han començat a sentir aquesta veu, i ara molts, volen posar(se) nom i cognoms, el que vulgarment es coneix com sortir a la foto...
Que surtin a la foto, però la feina dura, l’ha fet gent simple, cordial i del territori, que segurament no sortiran a la foto, perquè l’autor, l’element més important i decisiu de la foto, no hi surt mai...
gràcies a aquesta gent, a aquest fonamentalistes del Penedès.
Ordenar el territorio del Baix Penedès
La calidad de vida de las personas que viven en un territorio determinado, está condicionada por una serie de circunstancias, entre ellas, una de las más importantes es la de ordenar el territorio, gestionar territorialmente un espacio delimitado, lo que los franceses denominan, "el aménagement du Territoire".
Desgraciadamente, en este sentido, no somos franceses y Cataluña no es una región de la República Francesa. La realidad nos obliga aceptar nuestra condición de catalanes al interno de un estado, el español, que no tiene la misma sensibilidad al respecto de lo que denominábamos, "la ordenación del territorio".
Un territorio no se califica por su crecimiento, ya sea absoluto o relativo, sino por su grado de estructuración, su nivel de ordenación, que permita una gestión correcta del territorio, lo que acaba determinando la calidad de vida de la gente que vive en dicho territorio.
Esta máxima política, porque la ordenación y la gestión del territorio no dejan de ser ideologías políticas, no aparece en el decálogo profesional no sólo de los políticos españoles, sino que también "brilla por su ausencia", en el decálogo de los políticos catalanes, y aún más, en las prioridades y sensibilidades de los políticos de la comarca.
En treinta años de democracia, treinta años equivale a una generación, no ha sido posible crear un instrumento, una institución, un directorio, vinculante, que consienta poner un orden y un sentido al crecimiento de nuestra comarca.
Debemos recordar en esta sede, que nuestra comarca, el Baix Penedès, es la comarca que más ha crecido de toda Cataluña, con unos índices que sobrepasan, de largo, las medias de los índices de crecimiento del Principado. Más concretamente, y sólo desde la vertiente demográfica, desde 1981 hasta el 2009, nuestra comarca ha pasado de los 29.722 habitantes a 98.861. Como podrán apreciar el crecimiento ha sido considerable, y aquí nos formulamos los interogantes que tienen una difícil contestación, y que la gente debería hacer;
Este crecimiento ha comportado una mejora en nuestra calidad de vida? Todos hemos salido ganando? O sólo algunos? El territorio está mejor? El medio ambiente ha sufrido las consecuencias de este crecimiento? Ha valido la pena? Debe seguir creciendo? Crecer significa mejorar? Cantidad o calidad?
Lo que queda claro y está contrastado estadísticamente, es que nuestro territorio está saturado, saturado de infraestructuras, saturado de presión urbanística, y saturado por una falta de modelo económico y territorial que permita pensar en un modelo de gestión del territorio que beneficie al conjunto de su población.
Como decíamos, en treinta años, nos ha faltado esta sensibilidad por la ordenación del territorio, y nuestro paisaje se llenaba de cosas, sin orden, por aquí y por allí, creando en nuestra comarca, lo que se conoce como el efecto del "cubismo"; donde cada parte del territorio responde a una propia lógica, sin tener una visión de conjunto; como en los cuadros de Picasso donde cada pedacito responde a su lógica interna y se nos hace difícil poder ver la naturalidad del rostro del objeto que el pintor quería representar.
Ha llegado el momento de acabar con este inmovilismo institucional, con la incapacidad, por parte de la clase política, de crear y formalizar un instrumento de gestión del territorio, de nuestro territorio, que permita ordenar el crecimiento estratosférico que ha sufrido nuestra comarca en los últimos treinta años. Crecer por crecer es como comer por comer, una inconsciencia, y si realmente lo que queremos es mejorar nuestra calidad de vida, hemos de empezar a decir basta al crecimiento desmesurado que inviste nuestra comarca, los políticos deben ser conscientes, que el territorio no puede más, que si no hay un modelo económico alternativo en comarca es su culpa, que no han sabido ver la crisis que se nos venía encima, no han sabido proyectar en el territorio un modelo de ordenación compatible con la calidad de vida de sus habitantes, el fracaso de esta incapacidad se ve reflejada en la crisis que estamos sufriendo día si, día también.
Un pequeño ejemplo de esta miopia territorial de nuestra clase política es el proyecto de Logis Penedès, que representa un crecimiento cuantitativo, y no cualitativo, que condiciona la calidad del conjunto de nuestro territorio. En el proyecto del Logis, que nadie se engañe, el territorio se contempla como un simple "background", un simple ambiente donde sitúa una empresa, que ni será de la comarca, ni producirá riqueza, ni valor añadido, y el único que representará será un consumo de espacio, de territorio, provocando una serie de externalidades que pagaremos el conjunto de la comarca. Todo el territorio del Baix Penedès sufrirá las consecuencias negativas, aunque sólo se haga en un lugar determinado, el triángulo, Arboç-Banyeres del Penedes-Sant Jaume dels Domenys, todos lo sufriremos.
Algunos políticos "cortoplacistas", con una visión de corto plazo, es decir, los que sólo piensan en el tiempo en el que ellos están en el poder, dicen que el Logis es bueno para la comarca, que producirá hasta 5000 puestos de trabajo, pero qué tipo de trabajo?, y con qué sueldos?, será un trabajo precario y sin posibilidades de conseguir un trabajo de calidad, que produzca valor añadido, que es lo que necesita esta comarca.
En fin, esta comarca necesita ordenación y gestión del territorio más que nunca, el crecimiento nos ha rebasado y hace falta ser conscientes de este hecho.
Mi profesor en Bologna, Franco Farinelli, nos decía en sus lecciones magistrales, que cuando el sabio señala la luna, el tonto mira el dedo y no la luna, ha llegado el momento de afrontar la situación territorial de nuestra comarca , más frágil que nunca, ha llegado la hora de mirar la luna y no el dedo ...
Desgraciadamente, en este sentido, no somos franceses y Cataluña no es una región de la República Francesa. La realidad nos obliga aceptar nuestra condición de catalanes al interno de un estado, el español, que no tiene la misma sensibilidad al respecto de lo que denominábamos, "la ordenación del territorio".
Un territorio no se califica por su crecimiento, ya sea absoluto o relativo, sino por su grado de estructuración, su nivel de ordenación, que permita una gestión correcta del territorio, lo que acaba determinando la calidad de vida de la gente que vive en dicho territorio.
Esta máxima política, porque la ordenación y la gestión del territorio no dejan de ser ideologías políticas, no aparece en el decálogo profesional no sólo de los políticos españoles, sino que también "brilla por su ausencia", en el decálogo de los políticos catalanes, y aún más, en las prioridades y sensibilidades de los políticos de la comarca.
En treinta años de democracia, treinta años equivale a una generación, no ha sido posible crear un instrumento, una institución, un directorio, vinculante, que consienta poner un orden y un sentido al crecimiento de nuestra comarca.
Debemos recordar en esta sede, que nuestra comarca, el Baix Penedès, es la comarca que más ha crecido de toda Cataluña, con unos índices que sobrepasan, de largo, las medias de los índices de crecimiento del Principado. Más concretamente, y sólo desde la vertiente demográfica, desde 1981 hasta el 2009, nuestra comarca ha pasado de los 29.722 habitantes a 98.861. Como podrán apreciar el crecimiento ha sido considerable, y aquí nos formulamos los interogantes que tienen una difícil contestación, y que la gente debería hacer;
Este crecimiento ha comportado una mejora en nuestra calidad de vida? Todos hemos salido ganando? O sólo algunos? El territorio está mejor? El medio ambiente ha sufrido las consecuencias de este crecimiento? Ha valido la pena? Debe seguir creciendo? Crecer significa mejorar? Cantidad o calidad?
Lo que queda claro y está contrastado estadísticamente, es que nuestro territorio está saturado, saturado de infraestructuras, saturado de presión urbanística, y saturado por una falta de modelo económico y territorial que permita pensar en un modelo de gestión del territorio que beneficie al conjunto de su población.
Como decíamos, en treinta años, nos ha faltado esta sensibilidad por la ordenación del territorio, y nuestro paisaje se llenaba de cosas, sin orden, por aquí y por allí, creando en nuestra comarca, lo que se conoce como el efecto del "cubismo"; donde cada parte del territorio responde a una propia lógica, sin tener una visión de conjunto; como en los cuadros de Picasso donde cada pedacito responde a su lógica interna y se nos hace difícil poder ver la naturalidad del rostro del objeto que el pintor quería representar.
Ha llegado el momento de acabar con este inmovilismo institucional, con la incapacidad, por parte de la clase política, de crear y formalizar un instrumento de gestión del territorio, de nuestro territorio, que permita ordenar el crecimiento estratosférico que ha sufrido nuestra comarca en los últimos treinta años. Crecer por crecer es como comer por comer, una inconsciencia, y si realmente lo que queremos es mejorar nuestra calidad de vida, hemos de empezar a decir basta al crecimiento desmesurado que inviste nuestra comarca, los políticos deben ser conscientes, que el territorio no puede más, que si no hay un modelo económico alternativo en comarca es su culpa, que no han sabido ver la crisis que se nos venía encima, no han sabido proyectar en el territorio un modelo de ordenación compatible con la calidad de vida de sus habitantes, el fracaso de esta incapacidad se ve reflejada en la crisis que estamos sufriendo día si, día también.
Un pequeño ejemplo de esta miopia territorial de nuestra clase política es el proyecto de Logis Penedès, que representa un crecimiento cuantitativo, y no cualitativo, que condiciona la calidad del conjunto de nuestro territorio. En el proyecto del Logis, que nadie se engañe, el territorio se contempla como un simple "background", un simple ambiente donde sitúa una empresa, que ni será de la comarca, ni producirá riqueza, ni valor añadido, y el único que representará será un consumo de espacio, de territorio, provocando una serie de externalidades que pagaremos el conjunto de la comarca. Todo el territorio del Baix Penedès sufrirá las consecuencias negativas, aunque sólo se haga en un lugar determinado, el triángulo, Arboç-Banyeres del Penedes-Sant Jaume dels Domenys, todos lo sufriremos.
Algunos políticos "cortoplacistas", con una visión de corto plazo, es decir, los que sólo piensan en el tiempo en el que ellos están en el poder, dicen que el Logis es bueno para la comarca, que producirá hasta 5000 puestos de trabajo, pero qué tipo de trabajo?, y con qué sueldos?, será un trabajo precario y sin posibilidades de conseguir un trabajo de calidad, que produzca valor añadido, que es lo que necesita esta comarca.
En fin, esta comarca necesita ordenación y gestión del territorio más que nunca, el crecimiento nos ha rebasado y hace falta ser conscientes de este hecho.
Mi profesor en Bologna, Franco Farinelli, nos decía en sus lecciones magistrales, que cuando el sabio señala la luna, el tonto mira el dedo y no la luna, ha llegado el momento de afrontar la situación territorial de nuestra comarca , más frágil que nunca, ha llegado la hora de mirar la luna y no el dedo ...
El concepto de nación y Catalunya
Por fin, el Tribunal Constitucional ha dado a conocer su sentencia sobre el Estatut de Catalunya. En ella, el Tribunal Constitucional ha eliminado algunos artículos, ha reinterpretado varios y ha dado el visto bueno al resto de artículos que formaban el texto estatutario.
De todos los artículos que ha eliminado el Tribunal Constitucional, el más simbólico, es el que hace referente al concepto de nación, y que interpela uno de los aspectos más sensibles de la sociedad catalana, el aspecto de la identidad, el sentimiento de comunidad nacional.
El concepto de nación es uno de los pilares identitario de cualquier comunidad cultural, y se concibe como un pretexto, como un aspecto preliminar a la formación de un organismo territorial de carácter político, es decir, un estado moderno. De esta conceptualización surge la conocida expresión de “naciones sin estado”.
Pero, ¿qué es lo que necesita una nación para convertirse en estado? ¿Qué es primero el estado o la nación? ¿todas las naciones son estados? ¿todos los estados son naciones?
Para que una nación se convierta en estado, debe poseer lo que se conoce como el principio de autodeterminación, a partir del cual, una colectividad cultural, que previamente se ha constituido, de algún modo, en colectividad territorial, hace uso de tal principio, y se constituye en estado. Este principio de autodeterminación no deja de ser uno de los ideales, que junto a la declaración de los derechos del hombre, surgió de la revolución burguesa, que se desarrollo en Francia a finales del siglo XVIII, y que se conoce popularmente como la Revolución Francesa.
No deja de ser paradójico, que este principio de autodeterminación, es decir, que me auto declaro independiente, tiene de ir acompañado por un reconocimiento internacional e institucional del resto de naciones, constituidas como estados. Sin este reconocimiento internacional, la autoderteminación se queda en papel mojado, sin el beneplácito del resto de naciones, constituidas como estados, no puede concebirse la nación como tal, i el principio de autodeterminación, como instrumento valido para constituirse como estado.
Sin nación no hay estado, pero ¿sin Estado hay nación? Seguramente todo dependa de la concepción que se tiene de la forma y el funcionamiento del estado, que permitiría el reconocimiento de una o varias naciones constituyentes. El estado ideal, no deja de concebirse como la constitución formal a nivel territorial de una nación o de varias que han llegado a un acuerdo para constituirse como estado reconociendo sus peculiaridades intrínsecas.
Hay naciones que no poseen estados, pero que se sienten identificadas con el estado que les representa territorialmente, una minoría. Pero la gran mayoría de naciones que reivindican su condición como tal, y que pretenden erigirse como estado, se encuentran localizadas en una serie de estados que no respetan su identidad y sus manifestaciones, y que por lo tanto deciden de formar un estado propio, basándose en el principio de la autodeterminación.
Catalunya se situaría en esta línea conceptual. Con el paso del tiempo, y la democratización de España y de sus instituciones, Catalunya se ha desarrollado como colectividad territorial, y a partir de una historia, cultura y lengua propias, ha desarrollado una identidad nacional, un concepto de nación, que ha querido plasmar en el texto estatutario, y que el Tribunal Constitucional ha censurado de manera enérgica.
Pero ¿cual seria el temor de este Tribunal?, ¿Cuál es el problema de que Catalunya sea concebida como nación?
El temor no deja de estar fundado, si se concibe el estado de manera univoca, como si la identidad española fuera única e indivisible, como bien esta inscrito en la constitución, y, como también señalada la constitución, las fuerzas armadas están instruidas para mantener y asegurar dicha unidad.
Si Catalunya se constituyera como nación, y eso es lo que pretendía, y pretende aún el Estatut, entraría a formar parte del club de las naciones, y por derecho, no automáticamente, pero si formalmente, podría constituirse como estado aplicando el derecho de autodeterminación de las naciones, principio escrito en la carta constituyente de las Naciones Unidas.
Lo que pretende el Estado español, mediante el Tribunal Constitucional, es impedir que Catalunya sea considerada como tal, como nación, y como máximo permite la denominación de nacionalidad, que substancialmente, no deja de ser concebido como una nación informal, sin sus derechos adquiridos.
España se comporta como Francia, que trata a la nación Corsa, como colectividad territorial y no como nación, una forma encubierta de prohibir la concepción y la autodeterminación de una comunidad cultural que se siente nación por voluntad propia, como le sucede a Catalunya.
La disputa continua.
De todos los artículos que ha eliminado el Tribunal Constitucional, el más simbólico, es el que hace referente al concepto de nación, y que interpela uno de los aspectos más sensibles de la sociedad catalana, el aspecto de la identidad, el sentimiento de comunidad nacional.
El concepto de nación es uno de los pilares identitario de cualquier comunidad cultural, y se concibe como un pretexto, como un aspecto preliminar a la formación de un organismo territorial de carácter político, es decir, un estado moderno. De esta conceptualización surge la conocida expresión de “naciones sin estado”.
Pero, ¿qué es lo que necesita una nación para convertirse en estado? ¿Qué es primero el estado o la nación? ¿todas las naciones son estados? ¿todos los estados son naciones?
Para que una nación se convierta en estado, debe poseer lo que se conoce como el principio de autodeterminación, a partir del cual, una colectividad cultural, que previamente se ha constituido, de algún modo, en colectividad territorial, hace uso de tal principio, y se constituye en estado. Este principio de autodeterminación no deja de ser uno de los ideales, que junto a la declaración de los derechos del hombre, surgió de la revolución burguesa, que se desarrollo en Francia a finales del siglo XVIII, y que se conoce popularmente como la Revolución Francesa.
No deja de ser paradójico, que este principio de autodeterminación, es decir, que me auto declaro independiente, tiene de ir acompañado por un reconocimiento internacional e institucional del resto de naciones, constituidas como estados. Sin este reconocimiento internacional, la autoderteminación se queda en papel mojado, sin el beneplácito del resto de naciones, constituidas como estados, no puede concebirse la nación como tal, i el principio de autodeterminación, como instrumento valido para constituirse como estado.
Sin nación no hay estado, pero ¿sin Estado hay nación? Seguramente todo dependa de la concepción que se tiene de la forma y el funcionamiento del estado, que permitiría el reconocimiento de una o varias naciones constituyentes. El estado ideal, no deja de concebirse como la constitución formal a nivel territorial de una nación o de varias que han llegado a un acuerdo para constituirse como estado reconociendo sus peculiaridades intrínsecas.
Hay naciones que no poseen estados, pero que se sienten identificadas con el estado que les representa territorialmente, una minoría. Pero la gran mayoría de naciones que reivindican su condición como tal, y que pretenden erigirse como estado, se encuentran localizadas en una serie de estados que no respetan su identidad y sus manifestaciones, y que por lo tanto deciden de formar un estado propio, basándose en el principio de la autodeterminación.
Catalunya se situaría en esta línea conceptual. Con el paso del tiempo, y la democratización de España y de sus instituciones, Catalunya se ha desarrollado como colectividad territorial, y a partir de una historia, cultura y lengua propias, ha desarrollado una identidad nacional, un concepto de nación, que ha querido plasmar en el texto estatutario, y que el Tribunal Constitucional ha censurado de manera enérgica.
Pero ¿cual seria el temor de este Tribunal?, ¿Cuál es el problema de que Catalunya sea concebida como nación?
El temor no deja de estar fundado, si se concibe el estado de manera univoca, como si la identidad española fuera única e indivisible, como bien esta inscrito en la constitución, y, como también señalada la constitución, las fuerzas armadas están instruidas para mantener y asegurar dicha unidad.
Si Catalunya se constituyera como nación, y eso es lo que pretendía, y pretende aún el Estatut, entraría a formar parte del club de las naciones, y por derecho, no automáticamente, pero si formalmente, podría constituirse como estado aplicando el derecho de autodeterminación de las naciones, principio escrito en la carta constituyente de las Naciones Unidas.
Lo que pretende el Estado español, mediante el Tribunal Constitucional, es impedir que Catalunya sea considerada como tal, como nación, y como máximo permite la denominación de nacionalidad, que substancialmente, no deja de ser concebido como una nación informal, sin sus derechos adquiridos.
España se comporta como Francia, que trata a la nación Corsa, como colectividad territorial y no como nación, una forma encubierta de prohibir la concepción y la autodeterminación de una comunidad cultural que se siente nación por voluntad propia, como le sucede a Catalunya.
La disputa continua.
El Marketing Territorial
L’economia globalitzada mou els diners, els capitals, arreu del globus terraqui. Però els beneficis, produïts per les inversions que es realitzen amb els capitals i els diners, s’han de realitzar en punts concrets del nostre globus terraqui, s’han de localitzar en uns territoris concrets. Aquest territoris venen seleccionats per les seves qualitats intrínseques.
Des dels anys vuitanta es va començar a desenvolupar una especialització dins de les ciències geogràfiques, el que actualment es coneix com Marketing Territorial, que cercava de fer conèixer les potencialitats, qualitats i capacitats de cada territori, potenciant les seves possibilitats en els camps de les inversions econòmiques, permeten una estructuració dels sistemes econòmics i socials.
Com tots vostès podran deduir, és en el territori, les seves qualitats i característiques, on recau la importància major que defineix el desenvolupament d’un marketing, d’una imatge determinada, d’una línia interpretativa, que potencií les qualitats del territori en qüestió.
Com es defineixen les determinades qualitats d’un territori?quin són els criteris que poden seleccionar la informació territorial per transmetre en les campanyes de marketing territorial?
Principalment són les dimensions verticals (la Història) i horitzontals (la Geografia) dels territoris, les que determinen, en major mesura, les qualitats de les informacions, que serveixen per fonamentar una campanya de marketing territorial.
És el paisatge, aquest concepte complexa, el que uneix les dues citades dimensions, quan s’analitza el paisatge es retroben aquestes dues dimensions, al mateix temps, sense aquestes dues dimensions el paisatge no existeix.. Quan es manipula el paisatge, sobretot a partir de transformacions urbanes, es corre el perill de cancel•lar la natura de les dues dimensions, de transformar-les, i conseqüentment, es renuncia a una sèrie de qualitats territorials, que han de determinar, d’una manera o d’una altra, l’èxit d’una campanya de marketing territorial.
La competició entre els diversos territoris del nostre globus terraqui, ha estat potenciada per això que comunament es coneix com l’economia global. Al posar tots els territoris en contacte entre ells, amb la revolució dels mitjans de comunicació i d’informació, ha provocat una competició entre ells per tal d’obtenir i atraure els capitals d’aquesta economia globalitzada.
Per entendre’ns, i salvant les distancies, el marketing territorial consistiria en saber promocionar el territori, a partir de les seves qualitats, per tal d’atraure capitals. En el període de crisi econòmica que estem vivint, un bon marketing territorial pot ser determinant per tal de sortir d’aquesta crisi, o en els pitjors dels casos pot condemnar un territori a una crisis endèmica, i fins i tot, a la seva desaparició.
Quin Marketing territorial podríem desenvolupar a la nostra comarca per tal de superar la crisi que ens envolta? Quines son les qualitats del nostre territori? No deixen de ser preguntes subjectives, i no podrien obtenir que respostes subjectives, però la validitat de les preguntes no desapareix. Però sempre s’han de tenir presents les dues dimensions que hem comentat anteriorment, sense aquestes dimensions, no hi ha cap marketing territorial que aconsegueixi un objectiu positiu.
Tot depèn de la responsabilitat humana i política que poden tenir els càrrecs responsables de la gestió territorial de la nostra comarca. Sense esforç, i sense imaginació es pot caure en la simplicitat i en la temeritat.
El resultat el tenim davant dels nostres ulls, la voluntat de veure les transformacions paisatgístiques que ha sofert la nostra comarca, és nostra, únicament nostra. La proliferació de l’entramat urbanístic en els diferents pobles denota una transformació del territori, que a nosaltres toca de jutjar.
N’ha valgut la pena? Potser si, segurament no.
Des dels anys vuitanta es va començar a desenvolupar una especialització dins de les ciències geogràfiques, el que actualment es coneix com Marketing Territorial, que cercava de fer conèixer les potencialitats, qualitats i capacitats de cada territori, potenciant les seves possibilitats en els camps de les inversions econòmiques, permeten una estructuració dels sistemes econòmics i socials.
Com tots vostès podran deduir, és en el territori, les seves qualitats i característiques, on recau la importància major que defineix el desenvolupament d’un marketing, d’una imatge determinada, d’una línia interpretativa, que potencií les qualitats del territori en qüestió.
Com es defineixen les determinades qualitats d’un territori?quin són els criteris que poden seleccionar la informació territorial per transmetre en les campanyes de marketing territorial?
Principalment són les dimensions verticals (la Història) i horitzontals (la Geografia) dels territoris, les que determinen, en major mesura, les qualitats de les informacions, que serveixen per fonamentar una campanya de marketing territorial.
És el paisatge, aquest concepte complexa, el que uneix les dues citades dimensions, quan s’analitza el paisatge es retroben aquestes dues dimensions, al mateix temps, sense aquestes dues dimensions el paisatge no existeix.. Quan es manipula el paisatge, sobretot a partir de transformacions urbanes, es corre el perill de cancel•lar la natura de les dues dimensions, de transformar-les, i conseqüentment, es renuncia a una sèrie de qualitats territorials, que han de determinar, d’una manera o d’una altra, l’èxit d’una campanya de marketing territorial.
La competició entre els diversos territoris del nostre globus terraqui, ha estat potenciada per això que comunament es coneix com l’economia global. Al posar tots els territoris en contacte entre ells, amb la revolució dels mitjans de comunicació i d’informació, ha provocat una competició entre ells per tal d’obtenir i atraure els capitals d’aquesta economia globalitzada.
Per entendre’ns, i salvant les distancies, el marketing territorial consistiria en saber promocionar el territori, a partir de les seves qualitats, per tal d’atraure capitals. En el període de crisi econòmica que estem vivint, un bon marketing territorial pot ser determinant per tal de sortir d’aquesta crisi, o en els pitjors dels casos pot condemnar un territori a una crisis endèmica, i fins i tot, a la seva desaparició.
Quin Marketing territorial podríem desenvolupar a la nostra comarca per tal de superar la crisi que ens envolta? Quines son les qualitats del nostre territori? No deixen de ser preguntes subjectives, i no podrien obtenir que respostes subjectives, però la validitat de les preguntes no desapareix. Però sempre s’han de tenir presents les dues dimensions que hem comentat anteriorment, sense aquestes dimensions, no hi ha cap marketing territorial que aconsegueixi un objectiu positiu.
Tot depèn de la responsabilitat humana i política que poden tenir els càrrecs responsables de la gestió territorial de la nostra comarca. Sense esforç, i sense imaginació es pot caure en la simplicitat i en la temeritat.
El resultat el tenim davant dels nostres ulls, la voluntat de veure les transformacions paisatgístiques que ha sofert la nostra comarca, és nostra, únicament nostra. La proliferació de l’entramat urbanístic en els diferents pobles denota una transformació del territori, que a nosaltres toca de jutjar.
N’ha valgut la pena? Potser si, segurament no.
De la crisis global a la crisis local
Hace tiempo que se dice que estamos en crisis. Y cuando nos ponemos a pensar en esta dichosa crisis, vienen en mente las palabras del exministro de economía Pedro Solbes , que pronunció en una conferencia; “esta crisis servirá para separar los buenos de los malos miembros de nuestra economía”, en fin, que nuestro exministro intentaba ver el lado bueno de la crisis que nos acecha y esto tiene su merito.
Lo que realmente quería decir el señor Solbes, es que con esta crisis, supuestamente, se pondría fin a la época de lo que los italianos denominan “Furbetti der quartierino”, literalmente, los listos del barrio, técnicamente diríamos los especuladores sin escrúpulos.
Si transportamos esta reflexión a un contexto geográfico, conseguiríamos entender lo que esta sucediendo con las economías de varios países, entre ellos España. En los últimos tiempos ha proliferado un acrónimo anglosajón muy sutil, los países denominados PIIGS. Donde cada letra corresponde a la inicial de cada uno de los países de la zona euro en los que sus economías están al borde del precipicio.
La P está por Portugal, las dos I están por Italia e Irlanda, la G por Grecia y por ultimo, y esperando sea solo fruto de la casualidad la S, por Spain, es decir, España.
Todo el mundo reconoce que esta crisis nació, se gestó, en Estados Unidos, con la ya famosa crisis de las hipotecas. Debido a las características intrínsecas de nuestra economía global, la crisis se expandió por todo el mundo tramite el famoso efecto domino, donde una ficha tira a la otra. Demostrando una vez más, lo que ahora muchos politólogos denominan la transversalidad interna de nuestra economía, de “l’economie-monde” hubiera dicho el histórico Fernand Braudel.
Pero que está sucediendo durante los últimos meses, semestres? Parece que una parte de las economías nacionales se están recuperando y otras economías, al contrario, están empeorando su situación, como es el caso de la economía de los países PIIGS, y mas concretamente, porque está mas cerca, nuestra economía, la española.
Tomando al pie de la letra las palabras del ex ministro Solbes, esta crisis esta dejando por el camino las economías que habían crecido con un modelo especulador, como es el de la construcción, y entre estas economías se encuentra la española. Al fin y al cabo las economías mejor estructuradas y basadas en crecimientos reales y en el valor añadido, véase Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido…, están saliendo del bache, mientras que las economías de los países PIIGS, están pagando con creces la irresponsabilidad , la falta de control y un rigor económico que nos esta llevando por el camino de la amargura, y sino que se lo pregunten a los funcionarios, preparados o no, al Gobierno le da igual, a poner el dinero en el sistema, el dinero que alguien se llevó especulando, pero también el dinero que se les prestó a los bancos hace ya casi un año, al fin y al cabo, son los funcionarios y los pensionistas, los que con sus recortes, están intentando volver a poner en marcha una economía, que algunos denominaran de cristal, otros de papel y muy pocos, sostenible.
La trayectoria de esta crisis no deja de ser cíclica, como todas las crisis, porque de un contexto local, se transportó a una escala global y ahora vuelve a una escala loca, en fin el círculo eterno, el pez que se muerde la cola. Pero con una sutil diferencia, que los que han pagado los platos rotos, las economías que peor lo están pasando, las de los países PIIGS, no son las que provocaron la crisis pero si son las que la están sufriendo en mayor medida.
Este seria pues el mensaje escondido, la lectura entre líneas, de las palabras del exministro, que queriendo o sin querer, adelantó que la economía española era una de las mas superficiales, en temas de estructuración del conjunto económico, y por consecuencia que nos tocará, sufrir mas que nadie.
Pero donde reside el problema de fondo? El mismo partido del exministro Solbes, emprendió una campaña con un lema muy significativo; “nos pueden quitar de la crisis los que nos han condenado a ella?”, una bueno pregunta, pero un problema que no aporta ninguna solución porque la crisis ya no nos la quita nadie. La pregunta que uno debería hacerse, vamos la que yo me hago, es; “nos pueden quitar de la crisis los que no vieron la que se nos avecinaba?” cuando la palabra crisis, estaba proscrita en los discursos oficiales y en los pensamientos íntimos y húmidos de más de un político de su partido.
La solución, como siempre repetía mi profesor de Bologna, Franco Farinelli, la solución es una y una sola, empezar todo de nuevo, pero intentado mejorar los miembros de la tripulación que deben conducir la economía española a un resurgimiento más y mejor estructurado, en fin, una economía que permita tener una visión a largo plazo, porque esta es la escala que permite desarrollar una sociedad de manera justa y sostenible, y nuestros políticos profesionales aun no se han dado cuenta, ellos continúan pensando en sentarse, en el sillón, el del poder.
Lo que realmente quería decir el señor Solbes, es que con esta crisis, supuestamente, se pondría fin a la época de lo que los italianos denominan “Furbetti der quartierino”, literalmente, los listos del barrio, técnicamente diríamos los especuladores sin escrúpulos.
Si transportamos esta reflexión a un contexto geográfico, conseguiríamos entender lo que esta sucediendo con las economías de varios países, entre ellos España. En los últimos tiempos ha proliferado un acrónimo anglosajón muy sutil, los países denominados PIIGS. Donde cada letra corresponde a la inicial de cada uno de los países de la zona euro en los que sus economías están al borde del precipicio.
La P está por Portugal, las dos I están por Italia e Irlanda, la G por Grecia y por ultimo, y esperando sea solo fruto de la casualidad la S, por Spain, es decir, España.
Todo el mundo reconoce que esta crisis nació, se gestó, en Estados Unidos, con la ya famosa crisis de las hipotecas. Debido a las características intrínsecas de nuestra economía global, la crisis se expandió por todo el mundo tramite el famoso efecto domino, donde una ficha tira a la otra. Demostrando una vez más, lo que ahora muchos politólogos denominan la transversalidad interna de nuestra economía, de “l’economie-monde” hubiera dicho el histórico Fernand Braudel.
Pero que está sucediendo durante los últimos meses, semestres? Parece que una parte de las economías nacionales se están recuperando y otras economías, al contrario, están empeorando su situación, como es el caso de la economía de los países PIIGS, y mas concretamente, porque está mas cerca, nuestra economía, la española.
Tomando al pie de la letra las palabras del ex ministro Solbes, esta crisis esta dejando por el camino las economías que habían crecido con un modelo especulador, como es el de la construcción, y entre estas economías se encuentra la española. Al fin y al cabo las economías mejor estructuradas y basadas en crecimientos reales y en el valor añadido, véase Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido…, están saliendo del bache, mientras que las economías de los países PIIGS, están pagando con creces la irresponsabilidad , la falta de control y un rigor económico que nos esta llevando por el camino de la amargura, y sino que se lo pregunten a los funcionarios, preparados o no, al Gobierno le da igual, a poner el dinero en el sistema, el dinero que alguien se llevó especulando, pero también el dinero que se les prestó a los bancos hace ya casi un año, al fin y al cabo, son los funcionarios y los pensionistas, los que con sus recortes, están intentando volver a poner en marcha una economía, que algunos denominaran de cristal, otros de papel y muy pocos, sostenible.
La trayectoria de esta crisis no deja de ser cíclica, como todas las crisis, porque de un contexto local, se transportó a una escala global y ahora vuelve a una escala loca, en fin el círculo eterno, el pez que se muerde la cola. Pero con una sutil diferencia, que los que han pagado los platos rotos, las economías que peor lo están pasando, las de los países PIIGS, no son las que provocaron la crisis pero si son las que la están sufriendo en mayor medida.
Este seria pues el mensaje escondido, la lectura entre líneas, de las palabras del exministro, que queriendo o sin querer, adelantó que la economía española era una de las mas superficiales, en temas de estructuración del conjunto económico, y por consecuencia que nos tocará, sufrir mas que nadie.
Pero donde reside el problema de fondo? El mismo partido del exministro Solbes, emprendió una campaña con un lema muy significativo; “nos pueden quitar de la crisis los que nos han condenado a ella?”, una bueno pregunta, pero un problema que no aporta ninguna solución porque la crisis ya no nos la quita nadie. La pregunta que uno debería hacerse, vamos la que yo me hago, es; “nos pueden quitar de la crisis los que no vieron la que se nos avecinaba?” cuando la palabra crisis, estaba proscrita en los discursos oficiales y en los pensamientos íntimos y húmidos de más de un político de su partido.
La solución, como siempre repetía mi profesor de Bologna, Franco Farinelli, la solución es una y una sola, empezar todo de nuevo, pero intentado mejorar los miembros de la tripulación que deben conducir la economía española a un resurgimiento más y mejor estructurado, en fin, una economía que permita tener una visión a largo plazo, porque esta es la escala que permite desarrollar una sociedad de manera justa y sostenible, y nuestros políticos profesionales aun no se han dado cuenta, ellos continúan pensando en sentarse, en el sillón, el del poder.
La Unión Europea, Alemania y la crisis
Durante los últimos seis meses, la Unión Europea ha estado bajo la dirección del gobierno de España. Como habrán podido observar, en los telediarios, la temática europea ocupaba un espacio y un tiempo significativo pero las noticias no han sido del todo buenas.
Cuando se habla de Unión Europea la gente tiene la sensación de que se esta hablando de algo lejano, de algo poco próximo a sus intereses y preocupaciones, sin darse cuenta de lo realmente relevante que llega a ser este organismo para nuestro país.
Se dice que el proyecto europeo esta en vía muerta, que no hay futuro, que no deja de ser un proyecto de matiz económico y que no conlleva un proyecto de carácter político, en fin, que fuera del euro, no tenemos nada o muy poco de europeos, pero ¿que representa la Unión Europea, y más concretamente su proyecto político?
La Unión Europea es el resultado de un largo trayecto político entre varios estados. Todo empezó con el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el continente europeo presentaba una realidad muy desoladora. La CECA fue el primer de los prototipos de acuerdos políticos, que fijaría el camino a seguir hasta conseguir lo que actualmente conocemos como Unión Europea de 27 estados. A grandes rasgos de la CECA se pasó a la CEE y de esta, después del tratado de Maastricht, se concluyó con la actual Unión Europea.
Desde un principio, se intentó fraguar una unidad de carácter económico que, con el paso del tiempo, desembocara en una unidad de carácter político, una unión de estados, pero el proyecto final todavía, y aun tendremos que esperar años, no se ha logrado.
¿Cual podría ser la dificultad que impide la realización de este “sueño”, que consiste en unir políticamente los estados que se encuentran en el continente europeo?
Primero de todo la dimensión histórica. La historia europea nos demuestra una diversidad de culturas y estados en este continente. Si además sumamos el numero de conflictos bélicos que han acompañado las vicisitudes de estos estados, podremos llegar a una rápida conclusión que el periodo que estamos viviendo actualmente, no deja de ser utópico, si lo comparamos con la realidad del continente europeo de hace, apenas 80 años.
La Unión Europea no deja de ser una organización supra-estatal, que como dice la palabra, se sitúa en un nivel superior al estado, que supera la concepción política y geográfica del mismo, en pocas palabras, mientras existan estados no podrá existir una Unión Europea como debiera ser, es imposible desde un punto de vista político.
Como ejemplo podríamos citar, la famosa crisis económica de Grecia, y porque no, la de nuestro estado, que no deja de ser importante a nivel europeo.
Los países de la zona euro, que no son todos los que forman la Unión Europea, han delegado sus prerrogativas económicas de un nivel estatal hacia el ente supra-estatal que representa la Unión Europea, de ahí las quejas de Alemania y en menor medida Francia, hacia Grecia y España, porque formalmente es como si formaran parte de un mismo estado, y pagan unos, los Alemanes principalmente, por los otros, Grecia y España, y los alemanes, lógicamente, se están cansando de pagar los despilfarros de sus socios mediterráneos, pero todavía no pueden dar un golpe en la mesa y desentenderse de estos socios deficitarios que comprometen su propio futuro y el del conjunto de la zona euro, y consecuentemente el de la Unión Europea.
Y se preguntaran, ¿Por qué los alemanes continúan pagando las facturas de estos países que no cumplen con las reglas básicas del rigor económico? Se suele decir, desde lo políticamente correcto, que los alemanes actúan de esta manera porque forman parte de un mismo sistema económico, el euro, que en parte no deja de ser cierto, pero ¿que se esconde detrás de lo políticamente correcto? El objetivo ultimo de la creación de un ente supra-estatal europeo, era impedir que en este continente se produjese otra contienda bélica como la que supuso la Segunda Guerra Mundial, no es casualidad que tres de sus fundadores, Alemania, la gran vencida, Italia, y en menor medida Francia, fueran tres de los estados perdedores de la Segunda Guerra Mundial. Todo este proceso se realizó bajo la tutela de la gran potencia vencedora, los Estados Unidos de América, la sombra de Washington planea en Bruselas.
De manera oficiosa, la CECA, y en última instancia la Unión Europea, se formalizó para tutelar el resurgimiento de la Alemania post-nazista, e impedir un nuevo conflicto, Alemania no tiene, aun, las manos libres, no puede dar un golpe en la mesa para decidir su futuro económico, y en última instancia político, y debe sucumbir a la tutela europea, ¿hasta cuándo?.
Cuando se habla de Unión Europea la gente tiene la sensación de que se esta hablando de algo lejano, de algo poco próximo a sus intereses y preocupaciones, sin darse cuenta de lo realmente relevante que llega a ser este organismo para nuestro país.
Se dice que el proyecto europeo esta en vía muerta, que no hay futuro, que no deja de ser un proyecto de matiz económico y que no conlleva un proyecto de carácter político, en fin, que fuera del euro, no tenemos nada o muy poco de europeos, pero ¿que representa la Unión Europea, y más concretamente su proyecto político?
La Unión Europea es el resultado de un largo trayecto político entre varios estados. Todo empezó con el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el continente europeo presentaba una realidad muy desoladora. La CECA fue el primer de los prototipos de acuerdos políticos, que fijaría el camino a seguir hasta conseguir lo que actualmente conocemos como Unión Europea de 27 estados. A grandes rasgos de la CECA se pasó a la CEE y de esta, después del tratado de Maastricht, se concluyó con la actual Unión Europea.
Desde un principio, se intentó fraguar una unidad de carácter económico que, con el paso del tiempo, desembocara en una unidad de carácter político, una unión de estados, pero el proyecto final todavía, y aun tendremos que esperar años, no se ha logrado.
¿Cual podría ser la dificultad que impide la realización de este “sueño”, que consiste en unir políticamente los estados que se encuentran en el continente europeo?
Primero de todo la dimensión histórica. La historia europea nos demuestra una diversidad de culturas y estados en este continente. Si además sumamos el numero de conflictos bélicos que han acompañado las vicisitudes de estos estados, podremos llegar a una rápida conclusión que el periodo que estamos viviendo actualmente, no deja de ser utópico, si lo comparamos con la realidad del continente europeo de hace, apenas 80 años.
La Unión Europea no deja de ser una organización supra-estatal, que como dice la palabra, se sitúa en un nivel superior al estado, que supera la concepción política y geográfica del mismo, en pocas palabras, mientras existan estados no podrá existir una Unión Europea como debiera ser, es imposible desde un punto de vista político.
Como ejemplo podríamos citar, la famosa crisis económica de Grecia, y porque no, la de nuestro estado, que no deja de ser importante a nivel europeo.
Los países de la zona euro, que no son todos los que forman la Unión Europea, han delegado sus prerrogativas económicas de un nivel estatal hacia el ente supra-estatal que representa la Unión Europea, de ahí las quejas de Alemania y en menor medida Francia, hacia Grecia y España, porque formalmente es como si formaran parte de un mismo estado, y pagan unos, los Alemanes principalmente, por los otros, Grecia y España, y los alemanes, lógicamente, se están cansando de pagar los despilfarros de sus socios mediterráneos, pero todavía no pueden dar un golpe en la mesa y desentenderse de estos socios deficitarios que comprometen su propio futuro y el del conjunto de la zona euro, y consecuentemente el de la Unión Europea.
Y se preguntaran, ¿Por qué los alemanes continúan pagando las facturas de estos países que no cumplen con las reglas básicas del rigor económico? Se suele decir, desde lo políticamente correcto, que los alemanes actúan de esta manera porque forman parte de un mismo sistema económico, el euro, que en parte no deja de ser cierto, pero ¿que se esconde detrás de lo políticamente correcto? El objetivo ultimo de la creación de un ente supra-estatal europeo, era impedir que en este continente se produjese otra contienda bélica como la que supuso la Segunda Guerra Mundial, no es casualidad que tres de sus fundadores, Alemania, la gran vencida, Italia, y en menor medida Francia, fueran tres de los estados perdedores de la Segunda Guerra Mundial. Todo este proceso se realizó bajo la tutela de la gran potencia vencedora, los Estados Unidos de América, la sombra de Washington planea en Bruselas.
De manera oficiosa, la CECA, y en última instancia la Unión Europea, se formalizó para tutelar el resurgimiento de la Alemania post-nazista, e impedir un nuevo conflicto, Alemania no tiene, aun, las manos libres, no puede dar un golpe en la mesa para decidir su futuro económico, y en última instancia político, y debe sucumbir a la tutela europea, ¿hasta cuándo?.
Made in Spain
Hace algo más de una semana que acabó el campeonato del mundo de futbol de Sudáfrica 2010, en el que nuestra selección se proclamó campeona del mundo.
Como suele suceder en estos acontecimientos deportivos de proyección global, el nombre de España, la idea de España, y en fin, la marca España, se ha difundido por todo el mundo durante la última semana, y esto conlleva muchas repercusiones positivas.
Si entramos en lo específico, tendríamos que empezar por hablar de lo que técnicamente se denomina “Marketing territorial”. En substancia, el marketing territorial se ha desarrollado y se ha potenciado como consecuencia de la globalización, este proceso que comunica globalmente todos los territorios del mundo. El hecho de poner en contacto la mayoría de territorios del mundo, provoca una competición entre los mismos para atraer el máximo de capitales para dinamizar, al máximo, la economía de los territorios en cuestión.
Y es en este aspecto por lo que el marketing territorial, en suma, la propaganda y la proyección comercial del territorio, tiene su importancia mayor en nuestra era económica, y la victoria de la selección española de futbol, queriendo o sir querer, ha provocado una revalorización del concepto de España, no solo internamente, para los mismo españoles, sino y sobretodo, a nivel internacional, una proyección comparable a la adjudicación de unos juegos olímpicos, o otros eventos similares.
Las instituciones políticas deberían aprovechar este empuje, que ha provocado la victoria de la selección española, para potenciar a todos los niveles, y sobretodo, en la economía del valor añadido; el único sector económico que puede devolver a nuestra economía y a nuestro país a un nivel de desarrollo y de crecimiento realmente positivo y sostenible.
Un ejemplo a seguir, en referencia a la potenciación de la marca España, en lo referente al marketing territorial, seria el caso de Italia. Quizás en nuestro país, debido a la mediterraneidad que nos une a nuestros colegas italianos, el marketing territorial que desarrolla Italia pasa desapercibido, pero con un simple viaje por Europa o por los mismísimos Estados Unidos de America, nos daríamos cuenta de la importancia del marketing territorial, y la imagen que las poblaciones de dichos países tienen de Italia.
El simple hecho de poner el “tricolore” italiano en cualquier producto, conlleva un aporte de calidad, de historia, de solera, que aumenta el valor, no solo monetario, sino cualitativo, lo que anteriormente denominábamos valor añadido, lo que los franceses denominan el “savoir faire”.
Se dice, que los italianos compran el aceite en España, se lo llevan a Italia para embotellarlo y etiquetarlo, y posteriormente venderlo en los mercados internacionales. Si un cliente norteamericano se encuentra en las estanterías de un supermercado el mismo aceite, pero uno etiquetado en italiano y otra en español, no tengan la menor duda, que en caso de elección, la suya seria la italiana, precisamente por el marketing histórico-territorial, que la cultura italiana aplica a todos sus productos.
La moraleja de la historia, seria que, quizás ha llegado la hora de ponernos a la altura de esta cultura italiana, de este marketing histórico-territorial, que con tanto éxito se desarrolla en Italia, donde el Made in Italy, se convierte en sinónimo, de tradición histórica, de calidad, en fin, de valor añadido, en el resto de mercados del mundo.
Desde un punto de vista histórico, cultural, y de la calidad de la marca España, no tendría, en principio, nada que envidiar a la marca Italia, simplemente que los italianos llevan más de mil años vendiéndose de esta manera, y paradójicamente, es uno de los estados mas jóvenes de Europa, precisamente este año se celebrarán los 150 años de la constitución del estado Italiano.
Esta victoria de la selección española de futbol, debería marcar un antes y un después en la proyección de nuestro país en el mundo, una proyección basada en la pluralidad de la realidad española, porque el Made in Italy se basa en la variedad variopinta del territorio italiano, y no exclusivamente en una de sus regiones, porque entre Sicilia y el Friuli, hay muchas diferencias, pero les une el Made in Italy.
Ha llegado el momento de promocionar el Made in Spain, esperando que provoque, el renacimiento de nuestra economía, de nuestra sociedad y de nuestro territor
Como suele suceder en estos acontecimientos deportivos de proyección global, el nombre de España, la idea de España, y en fin, la marca España, se ha difundido por todo el mundo durante la última semana, y esto conlleva muchas repercusiones positivas.
Si entramos en lo específico, tendríamos que empezar por hablar de lo que técnicamente se denomina “Marketing territorial”. En substancia, el marketing territorial se ha desarrollado y se ha potenciado como consecuencia de la globalización, este proceso que comunica globalmente todos los territorios del mundo. El hecho de poner en contacto la mayoría de territorios del mundo, provoca una competición entre los mismos para atraer el máximo de capitales para dinamizar, al máximo, la economía de los territorios en cuestión.
Y es en este aspecto por lo que el marketing territorial, en suma, la propaganda y la proyección comercial del territorio, tiene su importancia mayor en nuestra era económica, y la victoria de la selección española de futbol, queriendo o sir querer, ha provocado una revalorización del concepto de España, no solo internamente, para los mismo españoles, sino y sobretodo, a nivel internacional, una proyección comparable a la adjudicación de unos juegos olímpicos, o otros eventos similares.
Las instituciones políticas deberían aprovechar este empuje, que ha provocado la victoria de la selección española, para potenciar a todos los niveles, y sobretodo, en la economía del valor añadido; el único sector económico que puede devolver a nuestra economía y a nuestro país a un nivel de desarrollo y de crecimiento realmente positivo y sostenible.
Un ejemplo a seguir, en referencia a la potenciación de la marca España, en lo referente al marketing territorial, seria el caso de Italia. Quizás en nuestro país, debido a la mediterraneidad que nos une a nuestros colegas italianos, el marketing territorial que desarrolla Italia pasa desapercibido, pero con un simple viaje por Europa o por los mismísimos Estados Unidos de America, nos daríamos cuenta de la importancia del marketing territorial, y la imagen que las poblaciones de dichos países tienen de Italia.
El simple hecho de poner el “tricolore” italiano en cualquier producto, conlleva un aporte de calidad, de historia, de solera, que aumenta el valor, no solo monetario, sino cualitativo, lo que anteriormente denominábamos valor añadido, lo que los franceses denominan el “savoir faire”.
Se dice, que los italianos compran el aceite en España, se lo llevan a Italia para embotellarlo y etiquetarlo, y posteriormente venderlo en los mercados internacionales. Si un cliente norteamericano se encuentra en las estanterías de un supermercado el mismo aceite, pero uno etiquetado en italiano y otra en español, no tengan la menor duda, que en caso de elección, la suya seria la italiana, precisamente por el marketing histórico-territorial, que la cultura italiana aplica a todos sus productos.
La moraleja de la historia, seria que, quizás ha llegado la hora de ponernos a la altura de esta cultura italiana, de este marketing histórico-territorial, que con tanto éxito se desarrolla en Italia, donde el Made in Italy, se convierte en sinónimo, de tradición histórica, de calidad, en fin, de valor añadido, en el resto de mercados del mundo.
Desde un punto de vista histórico, cultural, y de la calidad de la marca España, no tendría, en principio, nada que envidiar a la marca Italia, simplemente que los italianos llevan más de mil años vendiéndose de esta manera, y paradójicamente, es uno de los estados mas jóvenes de Europa, precisamente este año se celebrarán los 150 años de la constitución del estado Italiano.
Esta victoria de la selección española de futbol, debería marcar un antes y un después en la proyección de nuestro país en el mundo, una proyección basada en la pluralidad de la realidad española, porque el Made in Italy se basa en la variedad variopinta del territorio italiano, y no exclusivamente en una de sus regiones, porque entre Sicilia y el Friuli, hay muchas diferencias, pero les une el Made in Italy.
Ha llegado el momento de promocionar el Made in Spain, esperando que provoque, el renacimiento de nuestra economía, de nuestra sociedad y de nuestro territor
domingo, 9 de mayo de 2010
Baby Boom Baixpenedesenc
La demografia i la natalitat són dues variables imprescindibles per tal d’entendre les característiques geogràfiques d’un territori. La demografia consent analitzar la potencialitat i les debilitats de la societat que ocupa, literalment, un territori de manera estable i d’una manera estructurada.
En els temps actuals, els aspectes demogràfics prenen la importància necessària quan es comença a parlar de temes col•laterals com ara, immigració, sostenibilitat ecològica, relleu generacional, i així successivament.
Per exemple les grans potencies demogràfiques del moment són la Xina i la India. Aquestes dues potencies del segle XXI, aproximadament sumen 2500 milions de persones. També s’ha de tenir en compte que faltaria sumar-hi uns quant milions més de població que al•ludeixen qualsevol sistema de contabilitat poblacional dels estats en qüestió.
El fet que hi hagin 2500 milions de persones comporta que aquest estats es converteixin en mercats potencials per a les grans marques comercials, però al mateix temps condiciona i fragilitza les institucions i el mateix país, pensem a la famosa política xinesa d’un sòl fill.. Si bé són dos països amb una extensió territorial considerable, el control sobre la societat, esdevé difícil i complexa. La sostenibilitat d’aquesta societat esdevé un desafiament considerable.
Més propers a nosaltres, i més concretament a la nostra comarca, les tendències demogràfiques estan canviant, i això es reflexa de manera substancial al nostre territori. Com varem poder llegir les setmanes passades, els fluxos demogràfics es modifiquen a la nostra comarca, i això té un reflex sobre la societat baixpenedesenca.
Els immigrants deixen de venir, d’arribar, doncs les potencialitats laborals i econòmiques de la nostra comarca s’han redimensionat considerablement a la baixa, la crisi ha requalificat, i de quina manera, el nostre territori, i els immigrants, ja siguin nacionals, estatals o internacionals, deixen de fluir com ho havien fet fins ara. S’ha de tenir ben clar, que la immigració que havia decidit establir-se al territori, era d’un tipus molt específic, doncs estava relacionada, amb el sistema productiu que imperava a la comarca, la construcció. Ara com no hi ha construcció no hi ha immigració d’aquest tipus.
Però és necessària la immigració? Que la immigració comporti una sèrie d’efectes col•laterals, és un fet contrastat, però la immigració en les societats en creixement, és necessària sinó imprescindible. Cal recordar que la societat baixpenedesenca, ha crescut a nivells exponencials, i sense la immigració no hauria estat possible, doncs la natalitat “indigena” de la comarca era molt baixa. Per tal de produir-se un relleu generacional que garanteixi la continuïtat del nombre de població cal que cada família tingui 2,1 fills, aquesta dada, és molt important per garantir el creixement vegetatiu de la societat, hem de pensar que Catalunya com el conjunt de l’Estat espanyol, té un dels índex de creixement vegetatiu més baixos d’Europa, però a la nostra comarca, alguna cosa està canviant, si més no, la gent que m’envoltà i que formar part del meu paisatge quotidià així m’ho demostra.
Que la natalitat estigui creixent el Baix Penedès, és un fet incontestable, l’augment de la població de la comarca, jo no és un fet que depengui de l’arribada d’immigrants o no, sinó que respon a un input local, intern a la societat, els naixements estan condicionant la qualitat del creixement de la població, i això ajuda a estructurar millor la nostra societat, doncs el procés d’assimilació que garanteix una bona acollida de l’immigrant, no es produeix, doncs el nou nascut és originari de la comarca, i la seva integració a l’intern de la societat està garantida, i la seva exclusió, marginació social, desautoritzada.
Aquest floridament dels naixements de nous baixpenedesencs denota una transformació ens els ritmes demogràfics de la nostra societat, implicant una nova concepció de la mateixa, doncs estructuralment, tindrà noves necessitats i noves qualitats. La nostra comarca està endinsada en un procés de metropolització d’origen extern, però que l’afecta i de quina manera, i les reaccions a aquest procés es reflecteixen, per exemple, en els ritmes de natalitat i els règims demogràfics, és un fet del que cal prendre acte.
En els temps actuals, els aspectes demogràfics prenen la importància necessària quan es comença a parlar de temes col•laterals com ara, immigració, sostenibilitat ecològica, relleu generacional, i així successivament.
Per exemple les grans potencies demogràfiques del moment són la Xina i la India. Aquestes dues potencies del segle XXI, aproximadament sumen 2500 milions de persones. També s’ha de tenir en compte que faltaria sumar-hi uns quant milions més de població que al•ludeixen qualsevol sistema de contabilitat poblacional dels estats en qüestió.
El fet que hi hagin 2500 milions de persones comporta que aquest estats es converteixin en mercats potencials per a les grans marques comercials, però al mateix temps condiciona i fragilitza les institucions i el mateix país, pensem a la famosa política xinesa d’un sòl fill.. Si bé són dos països amb una extensió territorial considerable, el control sobre la societat, esdevé difícil i complexa. La sostenibilitat d’aquesta societat esdevé un desafiament considerable.
Més propers a nosaltres, i més concretament a la nostra comarca, les tendències demogràfiques estan canviant, i això es reflexa de manera substancial al nostre territori. Com varem poder llegir les setmanes passades, els fluxos demogràfics es modifiquen a la nostra comarca, i això té un reflex sobre la societat baixpenedesenca.
Els immigrants deixen de venir, d’arribar, doncs les potencialitats laborals i econòmiques de la nostra comarca s’han redimensionat considerablement a la baixa, la crisi ha requalificat, i de quina manera, el nostre territori, i els immigrants, ja siguin nacionals, estatals o internacionals, deixen de fluir com ho havien fet fins ara. S’ha de tenir ben clar, que la immigració que havia decidit establir-se al territori, era d’un tipus molt específic, doncs estava relacionada, amb el sistema productiu que imperava a la comarca, la construcció. Ara com no hi ha construcció no hi ha immigració d’aquest tipus.
Però és necessària la immigració? Que la immigració comporti una sèrie d’efectes col•laterals, és un fet contrastat, però la immigració en les societats en creixement, és necessària sinó imprescindible. Cal recordar que la societat baixpenedesenca, ha crescut a nivells exponencials, i sense la immigració no hauria estat possible, doncs la natalitat “indigena” de la comarca era molt baixa. Per tal de produir-se un relleu generacional que garanteixi la continuïtat del nombre de població cal que cada família tingui 2,1 fills, aquesta dada, és molt important per garantir el creixement vegetatiu de la societat, hem de pensar que Catalunya com el conjunt de l’Estat espanyol, té un dels índex de creixement vegetatiu més baixos d’Europa, però a la nostra comarca, alguna cosa està canviant, si més no, la gent que m’envoltà i que formar part del meu paisatge quotidià així m’ho demostra.
Que la natalitat estigui creixent el Baix Penedès, és un fet incontestable, l’augment de la població de la comarca, jo no és un fet que depengui de l’arribada d’immigrants o no, sinó que respon a un input local, intern a la societat, els naixements estan condicionant la qualitat del creixement de la població, i això ajuda a estructurar millor la nostra societat, doncs el procés d’assimilació que garanteix una bona acollida de l’immigrant, no es produeix, doncs el nou nascut és originari de la comarca, i la seva integració a l’intern de la societat està garantida, i la seva exclusió, marginació social, desautoritzada.
Aquest floridament dels naixements de nous baixpenedesencs denota una transformació ens els ritmes demogràfics de la nostra societat, implicant una nova concepció de la mateixa, doncs estructuralment, tindrà noves necessitats i noves qualitats. La nostra comarca està endinsada en un procés de metropolització d’origen extern, però que l’afecta i de quina manera, i les reaccions a aquest procés es reflecteixen, per exemple, en els ritmes de natalitat i els règims demogràfics, és un fet del que cal prendre acte.
Connurbació Baixpenedesenca
Des de fa trenta anys assistim al desenvolupament d’un fenomen molt peculiar. En concret, ens referim al fet de l’existència d’un conitnum urbà entre els municipis de la costa del Baix Penedès, exactament de Cunit, Calafell i el Vendrell.
Aquest fet en determina que formalment es pugui parlar de l’existència d’una conurbació, d’una aglomeració de municipis, en aquest cas al Baix Penedès.
L’aparició d’aquest continum urbà es pot remuntar a principis dels anys vuitanta, quan el ritme de les construccions de que es coneix com segones residencies, responia a un ritme geomètric.
En poc temps, els municipis de Cunit, Calafell i el Vendrell, van veure com els espais “buits”, majoritàriament dedicats a l’agricultura, eren omplerts de coses, més concretament d’edificis, unifamiliars o plurifamiliars, que estenien l’entramat urbà, com una taca d’oli.
El que en un principi varen ser residencies secundaries, on els seus propietaris o inquilins venien a passar els caps de setmana o períodes estivals o de vacances, es va començar a transformar. Va ser a finals dels anys noranta, quan es va començar a documentar la transformació de moltes d’aquestes segones residencies en primeres residencies, doncs, els seus residents, ja no venien en temporades senyalades com les vacances, i s’hi van començar a establir de manera fixa, la temporalitat va donar lloc a l’estabilitat.
Aquest fet, que aparentment pot semblar banal, va començar a transformar el territori. Els ritmes de creixements dels tres municipis en qüestió, van, durant el període de 1960 al 2009, des d’un 4000% a Cunit, passant per un quasi 2000% a Calafell, i un 1000% aproximat pel Vendrell.
Com podem veure aquests nivells són altíssims, i molt difícil de gestionar des d’un punt de vista territorial, provocant una sèrie de sinergies i de fluxos, que si el territori no està preparat, i més concretament la seva classe dirigent encarregada de gestionar qualitativament aquest territori, el distorsionen, i en condicionen la seva qualitat de vida pel conjunt dels habitants, i això és el que ha passat en el últims temps.
Exemples?, un hospital comarcal, que abans de ser inaugurat ja queda petit per la comarca, saturació de la xarxa viaria comarcal degut al volum de vehicles, perquè en part, no existeix un sistema de transport integrat a nivell comarcal. Escoles de primària, secundaria en els famosos barracons, crisi i manca de serveis municipals a molt nivells.
Com es podria solucionar en part aquest problemes?
S’ha parlat durant molts anys de mancomunar una sèrie serveis basics, però els interessos estrictament locals d’aquests municipis ho han impedit, per exemple; els sanitaris, els transports, el servei de neteja, en fi, tota una sèrie de serveis que es poden veure afavorits, precisament pel fet d’aquest continum urbà.
Per exemple, el camió de la brossa de Calafell, que ha d’anar a Segur, ha de fer uns 3 quilometres de trajecte per tal de servir aquestes urbanitzacions, en canvi el de Cunit està més a prop, i trigaria menys en fer el mateix servei, estalviant no només els costos en temes de contaminació sinó també els rebuts dels ciutadans. El mateix succeiria amb el barris de Sant Salvador de Vendrell, que són més propers a Calafell que no al nucli de Vendrell. El mateix succeiria amb el tema de les escoles, i més concretament amb les urbanitzacions allunyades dels centres municipals i situades en les zones més properes al poble veí que no al propi poble, i així successivament amb molts serveis bàsics. Amb l’últim resultat d’afavorir la qualitat de vida de la gent de la comarca, no només amb una oferta conjuntural, sinó també amb l’estalvi que suposaria la integració d’una sèrie de serveis, com actualment es vol fer dins de l’Àrea metropolitana de Barcelona, se llegim el text de la llei que la vol instituir. Simplement es tractaria de transportar a una menor escala, el que es produeix en aquesta Area metropolitana, i models territorial no en falten.
Ja a finals dels anys setanta, en Lluis Casassas, va establir una sèrie d’àrees de preferència urbana a tot el territori de Catalunya, concretament les va anomenar “municipalies”, i consistien en agrupar el que es coneix com sistemes urbans, que venien definits per la seva topografia urbana. En el cas del Baix Penedès, l’autor en va destacar tres, el primer va ser la unió de Cunit amb Calafell, i el segon el Vendrell i la part occidental de la comarca, i el tercer, l’Arboç i la part oriental de la comarca. Desprès de passats trenta anys, el model d’en Casassas continua sent vàlid, i li atorga el mèrit de ser un visionari, en aquest sentit.
La conurbació Baixpenedesenca esdevé doncs un fet territorial de primer ordre, però manquen una sèrie de respostes a nivell polític. En l’estudi encarregat a principis del 2000 pel Consell Comarcal del Baix Penedès, més conegut com a “Pla estratègic 2010”, no només es documentava aquesta realitat territorial, sinó que es proposaven una sèrie de mesures per tal de donar un aire de sostenibilitat al territori de la comarca, advertint també de la fragilitat econòmica de l’estructura de la comarca, però ningú se’l va llegir, o pitjor encara, ningú el va entendre.
La gestió del territori, determina en gran mesura la qualitat de vida de la gent que hi viu, cal doncs exigir el màxim de rigor i responsabilitats al politics responsables d’aquesta gestió, perquè són ells, amb les seves competències adquirides, els que al moment de prendre la decisió han de ser responsables dels èxits de la mateixa.
I la conurbació baixpenedesenca és un fet real i cal donar-li una resposta de conjunt, les “agglomerations urbaines” franceses podrien ser un exemple, i sinó volem anar tant lluny, apliquem el model de l’àrea metropolitana de Barcelona, però a escala baixpenedesenca, a que estan esperant els nostres politicc, els nostres gestors territorials?.
Aquest fet en determina que formalment es pugui parlar de l’existència d’una conurbació, d’una aglomeració de municipis, en aquest cas al Baix Penedès.
L’aparició d’aquest continum urbà es pot remuntar a principis dels anys vuitanta, quan el ritme de les construccions de que es coneix com segones residencies, responia a un ritme geomètric.
En poc temps, els municipis de Cunit, Calafell i el Vendrell, van veure com els espais “buits”, majoritàriament dedicats a l’agricultura, eren omplerts de coses, més concretament d’edificis, unifamiliars o plurifamiliars, que estenien l’entramat urbà, com una taca d’oli.
El que en un principi varen ser residencies secundaries, on els seus propietaris o inquilins venien a passar els caps de setmana o períodes estivals o de vacances, es va començar a transformar. Va ser a finals dels anys noranta, quan es va començar a documentar la transformació de moltes d’aquestes segones residencies en primeres residencies, doncs, els seus residents, ja no venien en temporades senyalades com les vacances, i s’hi van començar a establir de manera fixa, la temporalitat va donar lloc a l’estabilitat.
Aquest fet, que aparentment pot semblar banal, va començar a transformar el territori. Els ritmes de creixements dels tres municipis en qüestió, van, durant el període de 1960 al 2009, des d’un 4000% a Cunit, passant per un quasi 2000% a Calafell, i un 1000% aproximat pel Vendrell.
Com podem veure aquests nivells són altíssims, i molt difícil de gestionar des d’un punt de vista territorial, provocant una sèrie de sinergies i de fluxos, que si el territori no està preparat, i més concretament la seva classe dirigent encarregada de gestionar qualitativament aquest territori, el distorsionen, i en condicionen la seva qualitat de vida pel conjunt dels habitants, i això és el que ha passat en el últims temps.
Exemples?, un hospital comarcal, que abans de ser inaugurat ja queda petit per la comarca, saturació de la xarxa viaria comarcal degut al volum de vehicles, perquè en part, no existeix un sistema de transport integrat a nivell comarcal. Escoles de primària, secundaria en els famosos barracons, crisi i manca de serveis municipals a molt nivells.
Com es podria solucionar en part aquest problemes?
S’ha parlat durant molts anys de mancomunar una sèrie serveis basics, però els interessos estrictament locals d’aquests municipis ho han impedit, per exemple; els sanitaris, els transports, el servei de neteja, en fi, tota una sèrie de serveis que es poden veure afavorits, precisament pel fet d’aquest continum urbà.
Per exemple, el camió de la brossa de Calafell, que ha d’anar a Segur, ha de fer uns 3 quilometres de trajecte per tal de servir aquestes urbanitzacions, en canvi el de Cunit està més a prop, i trigaria menys en fer el mateix servei, estalviant no només els costos en temes de contaminació sinó també els rebuts dels ciutadans. El mateix succeiria amb el barris de Sant Salvador de Vendrell, que són més propers a Calafell que no al nucli de Vendrell. El mateix succeiria amb el tema de les escoles, i més concretament amb les urbanitzacions allunyades dels centres municipals i situades en les zones més properes al poble veí que no al propi poble, i així successivament amb molts serveis bàsics. Amb l’últim resultat d’afavorir la qualitat de vida de la gent de la comarca, no només amb una oferta conjuntural, sinó també amb l’estalvi que suposaria la integració d’una sèrie de serveis, com actualment es vol fer dins de l’Àrea metropolitana de Barcelona, se llegim el text de la llei que la vol instituir. Simplement es tractaria de transportar a una menor escala, el que es produeix en aquesta Area metropolitana, i models territorial no en falten.
Ja a finals dels anys setanta, en Lluis Casassas, va establir una sèrie d’àrees de preferència urbana a tot el territori de Catalunya, concretament les va anomenar “municipalies”, i consistien en agrupar el que es coneix com sistemes urbans, que venien definits per la seva topografia urbana. En el cas del Baix Penedès, l’autor en va destacar tres, el primer va ser la unió de Cunit amb Calafell, i el segon el Vendrell i la part occidental de la comarca, i el tercer, l’Arboç i la part oriental de la comarca. Desprès de passats trenta anys, el model d’en Casassas continua sent vàlid, i li atorga el mèrit de ser un visionari, en aquest sentit.
La conurbació Baixpenedesenca esdevé doncs un fet territorial de primer ordre, però manquen una sèrie de respostes a nivell polític. En l’estudi encarregat a principis del 2000 pel Consell Comarcal del Baix Penedès, més conegut com a “Pla estratègic 2010”, no només es documentava aquesta realitat territorial, sinó que es proposaven una sèrie de mesures per tal de donar un aire de sostenibilitat al territori de la comarca, advertint també de la fragilitat econòmica de l’estructura de la comarca, però ningú se’l va llegir, o pitjor encara, ningú el va entendre.
La gestió del territori, determina en gran mesura la qualitat de vida de la gent que hi viu, cal doncs exigir el màxim de rigor i responsabilitats al politics responsables d’aquesta gestió, perquè són ells, amb les seves competències adquirides, els que al moment de prendre la decisió han de ser responsables dels èxits de la mateixa.
I la conurbació baixpenedesenca és un fet real i cal donar-li una resposta de conjunt, les “agglomerations urbaines” franceses podrien ser un exemple, i sinó volem anar tant lluny, apliquem el model de l’àrea metropolitana de Barcelona, però a escala baixpenedesenca, a que estan esperant els nostres politicc, els nostres gestors territorials?.
Barcelona decideix per tota Catalunya
Les lleis territorials d’un país solen ser lleis de les més important. Són importants perquè defineixen no només la concepció territorial del país sinó que també en defineixen, conseqüentment, la seva representació i doncs també la seva concepció científica, i humana.
El nostre és un país “especial”, on en només un dia de compareixences és liquida la nova llei territorial de Catalunya, la ja famosa llei de Vegueries, i també la menys famosa però no menys important, llei de l’àrea metropolitana de Barcelona.
Aquesta última llei, suposa un pas endavant en la independència socioeconomicament funcional de Barcelona i la seva àrea metropolitana respecte al conjunt de Catalunya. A partir d’ara, Barcelona i la seva àrea metropolitana d’influència, que va més enllà dels límits políticament establerts, condicionaran el seu creixement i desenvolupament a voluntat pròpia, la resta del Principat no tindrà cap tipus d’opinió al respecte. En canvi, la ciutat de Barcelona i la seva area metropolitana, podran continuar, com ho han fet fins ara, condicionant, amb el seu creixement i desenvolupament, la resta del Principat de Catalunya, un exemple molt clar el trobem amb el tema dels Jocs Olímpics d’hivern, amb el Tren Alta Velocitat, amb la MAT, amb els futuribles transvasaments d’Aigua, i una infinitat d’exemples que per qüestió d’espai no podem enumerar.
Tots aquest exemples que he enumerat, són politiques estrictament, interessades a la ciutat de Barcelona i la seva area metropolitana, però que provoquen externalitats a la resta del país, però aquest no té els mitjans per controlar i eliminar aquestes externalitats. Amb la institució d’aquesta nova area metropolitana, recolzada per la nova llei, la independència de Barcelona, respecte a la resta del país, creix desmesuradament, i es produeix el que científicament es coneix com una injustícia territorial, un dèficit democràtic des del punt de vista territorial.
Però realment és just que Barcelona i la seva area metropolitana, condicionin, encara que indirectament, el desenvolupament de tot el Principat? L’estil de vida urbà ha de perjudicar l’estil de vida rural o periurbà?fins on arribarà el continum urbà amb epicentre la ciutat de Barcelona? Barcelona és Catalunya? Catalunya és Barcelona? Existeix una visió integral de país des d’un punt de vista territorial?.
El que està clar, és que aquesta nova llei de l’Àrea metropolitana de Barcelona, no s’ha fet amb la participació que caldria, s’ha fet sense soroll, sense els focus de les càmeres de televisió, sense els micros de les ràdios, sense el que es coneix com esperit crític i participatiu, tant propis dels partits, dits, d’esquerres, que en aquest moments estan al govern. S’ha fet, en fi, sense l’atenció mediàtica i social que hauria de tenir.
La pregunta més important que ens hauríem de fer, segons la meva, modestíssima, opinió, és, qui o quin grup de tècnics han definit les línies generals d’aquesta llei de l’àrea metropolitana? Més que res per determinar la seva dosis de subjectivitat al respecte de la llei i del conjunt de Catalunya. Perquè com advertia ja fa molts anys en Alexander von Humboldt; “Les cartes geogràfiques exprimeixen les opinions i els coneixements, més o menys limitats, del qui les ha construït, són abans que res, el lloc on es veu amb més evidencia la manipulació en geografia de fets i opinions, que es relacionen mútuament i acaben per confondre’s.” I la nova llei de l’Àrea metropolitana no deixa de ser una producció geogràfica.
S’ha de ser conscient que l’àrea metropolitana de Barcelona representa aproximadament el 80 per cent de la població de Catalunya, i només representa, sempre aproximadament entre un 20 i un 30 per cent del territori de Catalunya. Són aquestes dades les que ens permeten parlar d’injustícia territorial, doncs una part ínfima del territori decideix la sort de tot el conjunt del territori.
El que s’hauria de controlar, que però esdevé impossible, són els fluxos i les sinergies que desprèn l’àrea metropolitana, i que “involuntàriament” traspassen la seva frontera, els seus límits, fixats políticament. He escrit involuntàriament entre cometes, perquè en un principi i aparentment pot semblar involuntari, però darrera dels fluxos i de les sinergies sempre s’hi troba una voluntat (política), conscient o inconscient, però la voluntat (política) hi és.
Quina és doncs la voluntat política que justifica i inspira la nova llei de l’àrea metropolitana? El temps com sempre, ens respondrà, però s’ha de tenir present que les formes i el tempo, amb els que aquesta llei s’ha fet, no han estat, una altra vegada, exquisits.
El nostre és un país “especial”, on en només un dia de compareixences és liquida la nova llei territorial de Catalunya, la ja famosa llei de Vegueries, i també la menys famosa però no menys important, llei de l’àrea metropolitana de Barcelona.
Aquesta última llei, suposa un pas endavant en la independència socioeconomicament funcional de Barcelona i la seva àrea metropolitana respecte al conjunt de Catalunya. A partir d’ara, Barcelona i la seva àrea metropolitana d’influència, que va més enllà dels límits políticament establerts, condicionaran el seu creixement i desenvolupament a voluntat pròpia, la resta del Principat no tindrà cap tipus d’opinió al respecte. En canvi, la ciutat de Barcelona i la seva area metropolitana, podran continuar, com ho han fet fins ara, condicionant, amb el seu creixement i desenvolupament, la resta del Principat de Catalunya, un exemple molt clar el trobem amb el tema dels Jocs Olímpics d’hivern, amb el Tren Alta Velocitat, amb la MAT, amb els futuribles transvasaments d’Aigua, i una infinitat d’exemples que per qüestió d’espai no podem enumerar.
Tots aquest exemples que he enumerat, són politiques estrictament, interessades a la ciutat de Barcelona i la seva area metropolitana, però que provoquen externalitats a la resta del país, però aquest no té els mitjans per controlar i eliminar aquestes externalitats. Amb la institució d’aquesta nova area metropolitana, recolzada per la nova llei, la independència de Barcelona, respecte a la resta del país, creix desmesuradament, i es produeix el que científicament es coneix com una injustícia territorial, un dèficit democràtic des del punt de vista territorial.
Però realment és just que Barcelona i la seva area metropolitana, condicionin, encara que indirectament, el desenvolupament de tot el Principat? L’estil de vida urbà ha de perjudicar l’estil de vida rural o periurbà?fins on arribarà el continum urbà amb epicentre la ciutat de Barcelona? Barcelona és Catalunya? Catalunya és Barcelona? Existeix una visió integral de país des d’un punt de vista territorial?.
El que està clar, és que aquesta nova llei de l’Àrea metropolitana de Barcelona, no s’ha fet amb la participació que caldria, s’ha fet sense soroll, sense els focus de les càmeres de televisió, sense els micros de les ràdios, sense el que es coneix com esperit crític i participatiu, tant propis dels partits, dits, d’esquerres, que en aquest moments estan al govern. S’ha fet, en fi, sense l’atenció mediàtica i social que hauria de tenir.
La pregunta més important que ens hauríem de fer, segons la meva, modestíssima, opinió, és, qui o quin grup de tècnics han definit les línies generals d’aquesta llei de l’àrea metropolitana? Més que res per determinar la seva dosis de subjectivitat al respecte de la llei i del conjunt de Catalunya. Perquè com advertia ja fa molts anys en Alexander von Humboldt; “Les cartes geogràfiques exprimeixen les opinions i els coneixements, més o menys limitats, del qui les ha construït, són abans que res, el lloc on es veu amb més evidencia la manipulació en geografia de fets i opinions, que es relacionen mútuament i acaben per confondre’s.” I la nova llei de l’Àrea metropolitana no deixa de ser una producció geogràfica.
S’ha de ser conscient que l’àrea metropolitana de Barcelona representa aproximadament el 80 per cent de la població de Catalunya, i només representa, sempre aproximadament entre un 20 i un 30 per cent del territori de Catalunya. Són aquestes dades les que ens permeten parlar d’injustícia territorial, doncs una part ínfima del territori decideix la sort de tot el conjunt del territori.
El que s’hauria de controlar, que però esdevé impossible, són els fluxos i les sinergies que desprèn l’àrea metropolitana, i que “involuntàriament” traspassen la seva frontera, els seus límits, fixats políticament. He escrit involuntàriament entre cometes, perquè en un principi i aparentment pot semblar involuntari, però darrera dels fluxos i de les sinergies sempre s’hi troba una voluntat (política), conscient o inconscient, però la voluntat (política) hi és.
Quina és doncs la voluntat política que justifica i inspira la nova llei de l’àrea metropolitana? El temps com sempre, ens respondrà, però s’ha de tenir present que les formes i el tempo, amb els que aquesta llei s’ha fet, no han estat, una altra vegada, exquisits.
sábado, 20 de marzo de 2010
La esquizofrènia del Baix Penedès
La esquizofrènia és una malaltia que es caracteritza per la distorsió dels sentits, de la realitat, de la manera en que em relacionem amb l’entorn. Concretament, la definició científica en diu: “ falta d'interacció entre els processos cognitius i les percepcions.” En l’imaginari popular, la esquizofrènia, es relaciona amb una doble personalitat, amb un trastorn, que ens fa passar d’un extrem a un altre.
La comarca del Baix Penedès, per diferents motius que ara veurem, pot ser declarada la comarca més esquizofrènica de Catalunya. Anem per pams. Els motius deriven de dues causes de diferent natura, una de política i l’altra d’econòmica.
El primer d’aquest símptomes, que ens fa diagnosticar aquesta “malaltia”, és el que, perfectament, podríem denominar menyspreu polític, per part de la Diputació de Tarragona, concretament dels seus òrgans de planificació i ordenament del territori i els de mobilitat. Els habitants del Baix Penedès, per anar a fer les gestions oficials, hem de dirigir-nos a la nostra capital de província, és a dir, Tarragona. Com hi podem anar?, quins mitjans de transport públic podem utilitzar, per fer els 30 km que ens separen? Amb autobús directe, només des del Vendrell, i triguem més de 55 minuts, en el millor dels casos, però la mitjana és d’una hora i deu minuts, grosso modo, ens surt una mitjana de 30km per hora, deu n’hi do, sense contar el fet de viure fora del Vendrell, llavors els temps és multipliquen.
Amb el tren, la cosa podria semblar més senzilla però no ho és. S’ha de fer transbord a Sant Vicenç de Calders, esperar uns 30 minuts a que passi el trens que ens porti a Tarragona, que triga uns 20 minuts, si tot va bé, i a la Renfe, que vagi tot bé, no és precisament la norma. Entre una cosa i l’altra, una horeta de viatge no ens la treu ningú. Menyspreu, incompetència, falta de contacte amb el territori i la seva gent?no ho sé. Que cadascú pensi el que vulgui, però la realitat és aquesta, sense automòbil propi, la mobilitat dels baixpenedesencs és limitada, molt limitada.
Mentrestant, mentre esperem que algun dels “tècnics” de la diputació es digni a fer un tomb, un viatge de “persuasió” pel Baix Penedès, per contrastar aquesta realitat, nosaltres continuarem a esperar, que és l’únic que poder fer, de moment. Com podem sentir-nos part del Camp de Tarragona, si la nostra accessibilitat és limitadíssima?.
El segon d’aquest símptomes, es la dualitat funcional de la nostra comarca, que en part deriva de la situació que acabem de descriure. Si políticament el Baix Penedès pertany a la província de Barcelona, econòmicament, pertany més a la província de Barcelona, per varis motius. El primer, per l’accessibilitat, contràriament el que hauria de ser, els baixpenedesencs, tenim molta més accessibilitat a l’Àrea Metropolitana de Barcelona, que no a Tarragona. Un tren directe cap a Barcelona cada 30 minuts, per la costa, i cada hora per l’interior. Tenim dues autopistes, pagant és clar, que en 50 minuts ens acosten a la gran metròpoli de Catalunya.
Però sobretot són els lligams afectius, que ens creen la dependència barcelonina. La demografia baixpenedesenca ha sofert una revolució, i en els últims 30 anys, s’ha multiplicat geomètricament, sobretot gràcies a l’aportació de la gent de la corona metropolitana de Barcelona. Aquest fet, és el que més ens lliga amb Barcelona, l’afecció personal, la mateixa afecció que els colons grecs, que fundaven les colònies econòmiques pel mediterrani, tenien amb la metròpoli, que era la seva pàtria, fa més de 2500 anys. Contra aquesta afectuositat, la Diputació de Tarragona i els seus òrgans de planificació, no hi poden fer rés, no hi fan rés.
Pertanyem a Tarragona però anem a Barcelona. El Baix Penedès era una de les comarques més dinàmiques de Catalunya, ara és una de les més paralitzades, amb l’atur a nivells estratosfèrics, més propis dels països de l’Europa de l’Est, que no d’un país de la zona Euro. Aquests fets ens demostren que si més no el Baix Penedès té símptomes de patir una esquizofrènia molt més seriosa del que podria semblar, de passar d’un extrem a l’altre.
Però els doctors, en aquest cas els polítics, no han sabut, i no saben, posar-hi remei, no tenen cap teràpia per a solucionar els problemes d’aquest territori i de la gent que hi viu. Manca una cultura territorial, una planificació seriosa, una imaginació territorial.
De moment l’única solució, realment realista, i fins a un cert punt natural, serà la incorporació del Baix Penedès al nou Àmbit Territorial de Planificació (ATP) i futura Vegueria, del Penedès, és una solució natural, ecològica, i sobretot saludable.
En Pau Vila, mestre de la geografia moderna de Catalunya, realitzava una sèrie de viatges per tal de percebre la realitat territorial de les comarques que estudiava, que volia delimitar, els anomenava “viatges de persuasió”, potser ha arribat l’hora de tornar a fer-los, de refer-los. El camí està marcat.
La comarca del Baix Penedès, per diferents motius que ara veurem, pot ser declarada la comarca més esquizofrènica de Catalunya. Anem per pams. Els motius deriven de dues causes de diferent natura, una de política i l’altra d’econòmica.
El primer d’aquest símptomes, que ens fa diagnosticar aquesta “malaltia”, és el que, perfectament, podríem denominar menyspreu polític, per part de la Diputació de Tarragona, concretament dels seus òrgans de planificació i ordenament del territori i els de mobilitat. Els habitants del Baix Penedès, per anar a fer les gestions oficials, hem de dirigir-nos a la nostra capital de província, és a dir, Tarragona. Com hi podem anar?, quins mitjans de transport públic podem utilitzar, per fer els 30 km que ens separen? Amb autobús directe, només des del Vendrell, i triguem més de 55 minuts, en el millor dels casos, però la mitjana és d’una hora i deu minuts, grosso modo, ens surt una mitjana de 30km per hora, deu n’hi do, sense contar el fet de viure fora del Vendrell, llavors els temps és multipliquen.
Amb el tren, la cosa podria semblar més senzilla però no ho és. S’ha de fer transbord a Sant Vicenç de Calders, esperar uns 30 minuts a que passi el trens que ens porti a Tarragona, que triga uns 20 minuts, si tot va bé, i a la Renfe, que vagi tot bé, no és precisament la norma. Entre una cosa i l’altra, una horeta de viatge no ens la treu ningú. Menyspreu, incompetència, falta de contacte amb el territori i la seva gent?no ho sé. Que cadascú pensi el que vulgui, però la realitat és aquesta, sense automòbil propi, la mobilitat dels baixpenedesencs és limitada, molt limitada.
Mentrestant, mentre esperem que algun dels “tècnics” de la diputació es digni a fer un tomb, un viatge de “persuasió” pel Baix Penedès, per contrastar aquesta realitat, nosaltres continuarem a esperar, que és l’únic que poder fer, de moment. Com podem sentir-nos part del Camp de Tarragona, si la nostra accessibilitat és limitadíssima?.
El segon d’aquest símptomes, es la dualitat funcional de la nostra comarca, que en part deriva de la situació que acabem de descriure. Si políticament el Baix Penedès pertany a la província de Barcelona, econòmicament, pertany més a la província de Barcelona, per varis motius. El primer, per l’accessibilitat, contràriament el que hauria de ser, els baixpenedesencs, tenim molta més accessibilitat a l’Àrea Metropolitana de Barcelona, que no a Tarragona. Un tren directe cap a Barcelona cada 30 minuts, per la costa, i cada hora per l’interior. Tenim dues autopistes, pagant és clar, que en 50 minuts ens acosten a la gran metròpoli de Catalunya.
Però sobretot són els lligams afectius, que ens creen la dependència barcelonina. La demografia baixpenedesenca ha sofert una revolució, i en els últims 30 anys, s’ha multiplicat geomètricament, sobretot gràcies a l’aportació de la gent de la corona metropolitana de Barcelona. Aquest fet, és el que més ens lliga amb Barcelona, l’afecció personal, la mateixa afecció que els colons grecs, que fundaven les colònies econòmiques pel mediterrani, tenien amb la metròpoli, que era la seva pàtria, fa més de 2500 anys. Contra aquesta afectuositat, la Diputació de Tarragona i els seus òrgans de planificació, no hi poden fer rés, no hi fan rés.
Pertanyem a Tarragona però anem a Barcelona. El Baix Penedès era una de les comarques més dinàmiques de Catalunya, ara és una de les més paralitzades, amb l’atur a nivells estratosfèrics, més propis dels països de l’Europa de l’Est, que no d’un país de la zona Euro. Aquests fets ens demostren que si més no el Baix Penedès té símptomes de patir una esquizofrènia molt més seriosa del que podria semblar, de passar d’un extrem a l’altre.
Però els doctors, en aquest cas els polítics, no han sabut, i no saben, posar-hi remei, no tenen cap teràpia per a solucionar els problemes d’aquest territori i de la gent que hi viu. Manca una cultura territorial, una planificació seriosa, una imaginació territorial.
De moment l’única solució, realment realista, i fins a un cert punt natural, serà la incorporació del Baix Penedès al nou Àmbit Territorial de Planificació (ATP) i futura Vegueria, del Penedès, és una solució natural, ecològica, i sobretot saludable.
En Pau Vila, mestre de la geografia moderna de Catalunya, realitzava una sèrie de viatges per tal de percebre la realitat territorial de les comarques que estudiava, que volia delimitar, els anomenava “viatges de persuasió”, potser ha arribat l’hora de tornar a fer-los, de refer-los. El camí està marcat.
domingo, 21 de febrero de 2010
La Vegueria, la crisi del territori
En els últims temps, les notícies que tenen a veure amb el territori, s’han reproduït quantitativament en els mitjans de comunicació. Les repercussions territorials de la crisi que ens està tocant viure, la projecció de grans infraestructures que fan aflorar la nostra sensibilitat territorial al respecte, i per últim, l’enrenou al voltant de la nova llei d’ordenació i planejament territorial que desenvolupa la Generalitat de Catalunya, més coneguda com la Llei de Vegueries.
Comencem pel principi. Què cal entendre per territori? El concepte de territori, com tots els conceptes importants de la ciència, no posseeix una definició unívoca, un únic origen, un únic sentit interpretatiu, sinó que la història de la ciència ens indica una pluralitat d’orígens conceptuals al respecte.
El geògraf italià Franco Farinelli, ha fet una descripció epistemològica sobre l’origen d’aquest concepte;
“Informen concordement els glossaris i els lèxics de la mitjana i ínfima llatinitat, des del Cange fins al Forcellini, que el concepte de territori s’ha d’entendre com el conjunt dels camps que cada ciutat conté al interior dels seus propis confins, és a dir, que depenen de la mateixa ciutat. On existeix una divergència és a propòsit de l’origen de la paraula. Per Varrone, la paraula deriva de l’acte de triturar (terere, en llatí), la terra amb l’arada i el bou, doncs hauria la mateixa arrel etimològica que terra. En les etimologies de Isidor de Sevilla, un dels textos medievals més difusos i estudiats, territori deriva, en canvi, de “tauritorium”, l’àmbit de la terra que és recorreguda pels animals en el moment de passar l’arada. Però en el Corpus Juris de Justinià, precisament en el Digesto, en la rubrica “De significatione verborum”, el territori és, per contra, l’extensió que recau sota la jurisdicció del magistrat, és definit de l’acte d’impartir justícia, d’exercitar el poder; el concepte doncs, no té res a veure amb la terra, sinó que deriva de la base del concepte de “terror” (terrère). El territori és per això l’àmbit individuat de l’exercici de la practica del poder, és a dir, de la producció de la por, es converteix doncs en una noció, una terminologia, que no té res de natural, sinó que és totalment d’origen polític, i és amb aquesta ultima accepció que ve entesa i transmesa durant tot el període medieval.”
Com podem deduir, el concepte de territori no és tant innocent i imparcial com s’acostuma a prendre en consideració.
El reflex de les crisis econòmiques en el territori i les controvèrsies que la construcció de les infraestructures provoca en un territori, són temàtiques clàssiques i estructurals al llarg de l’evolució històrica, sobretot en temps més recents. En canvi la nova Llei de Vegueries, és, si més no, una novetat en les problemàtiques territorials a Catalunya, doncs des del 1933, amb l’elaboració del projecte de divisió territorial de Catalunya per part de la Ponència que va convocar la Generalitat de l’època, era un tema que no s’havia afrontat.
La pregunta que cal fer-se, des d’un punt de vista ontològic és, què és el que representen les Vegueries, i el nou mapa territorial de Catalunya que es vol imposar amb aquesta nova llei?
Alguns parlen, de modernitzar les administracions, de simplificar-les, d’alleugerir-les, però realment que és el que s’amaga darrera aquesta nova concepció territorial de Catalunya?
La Vegueria és un concepte geogràfic lligat al territori, més concretament a l’ordenament i el planejament territorial. Al mateix temps dividir el territori de Catalunya en Vegueries, permet en un segon moment, la seva representativitat, el resultat de la qual seria la producció d’un “nou” mapa de Catalunya, divers de la “clàssica” divisió del Principat en províncies. Però que és el que “representa” aquesta “nova” conceptualització de Catalunya en Vegueries?
El tema de la representació territorial és una problemàtica complexa i que es presenta correlada a la mateixa existència de l’esser humà, i la seves ganes de viure en societat. Quan l’home i la societat es presenten com subjectes polítics, com poders polítics.
Com podem deduir, el nexe existent entre territori i poder és més que descarat i denota una interrelació entre la concepció i representació del territori, entès com un objecte, i el poder polític que el gestiona, entès com subjecte.
I és aquest subjecte polític, l’home en societat, amb les seves característiques ideològiques i culturals les que determinen la concepció, la delimitació i la representació del mateix territori, aquesta última en determina el coneixement del mateix, perquè la representació acaba convertint-se amb un mèdium epistemològic. És doncs, amb la delimitació, la concepció i la representació del territori, on s’observa la subjectivitat de les institucions politiques que la gestionen, com recordava Alexander von Humboldt ;
“Les cartes geogràfiques exprimeixen les opinions i els coneixements, més o menys limitats, del qui les ha construït, són abans que res, el lloc on es veu amb més evidencia la manipulació en geografia de fets i opinions, que es relacionen mútuament i acaben per confondre’s.”
La representació geogràfica del territori, comporta doncs, la representació d’una voluntat política, d’un programa polític, en fi, d’una concepció política, i doncs més subjectiva que mai, del territori, en el nostre cas el territori de Catalunya.
Però, què és el que cal entendre per representació política del territori? Per representació política del territori cal entendre una representació que considera l’aspecte polític dels Estats, és a dir, la distribució de les terres i de les localitat segons el àmbit estatal, o també, segons els objectius polítics d’aquells que detenen el poder. En contraposició, dins de la ciència geogràfica existeix també una representació aparentment no política del territori, aquesta és coneix com geografia civil, que es preocupa, en canvi, de totes aquelles variacions de l’”ecumene” impostes i constituïdes per la mateixa natura, de les divisions no politiques, sinó naturals. Aquesta geografia també se la qualifica de geografia “pura”, perquè respon només a les característiques naturals, d’aquí la seva puritat. Per pura s’ha d’entendre la negació del principi d’utilitat del coneixement geogràfic, és a dir, la negació de la seva submissió a qualsevol funció de natura política. En suma, la reivindicació de la neutralitat del saber geogràfic, encara més, la reivindicació del seu dret a la inutilitat (política).
Aquest contraposició entre la geografia política i la geografia civil, va sorgir dins de la ciència geogràfica alemanya del segle XVIII i XIX. Aquesta contraposició, crec, que pot ajudar a entendre la crisi territorial que estem patint. Les preguntes que es feien els geògrafs alemanys de l’època eren; Com classificar les diverses porcions de l’espai terrestre? Com repartir el món? Quin ordre donar a les descripcions de les parts del món conegut? A quina lògica cal sobreposar el sistema geogràfic?. Aquestes preguntes se les haurien de tornar a fer, molts dels geògrafs que és consideren com a tals en l’actualitat, per sortir de la aparent cientificitat de la geografia actual, que en veritat no té, i que la polèmica sobre les Vegueries demostra més que mai. Les Vegueries es converteixen en un problema de fons i no de forma, les Vegueries es converteixen en un problema sobre la representativitat i la nominació del territori de Catalunya. Representar i nominar el territori, són dues funcions eminentment de natura política.
Pretendre d’establir a l’espai terrestre una nominació totalment diversa de la que existeix, significa voler en realitat produir una cartografia totalment diferent de la que ja existeix, és a dir, i en ultima anàlisi, pretendre d’establir sobre el mateix espai terrestre un altre poder divers, una lògica territorial diferent, un domini sobre l’espai diferent del que existeix. D’aquesta manera la Llei de Vegueries transfereix en el pla de la concepció de l’espai territorial una reivindicació, directament i immediatament política, perquè fa referència i comporta el control concret de l’espai abans encara de la seva representació.
Aquesta és la lectura més important des d’un punt de vista ontològic, que cal fer de la nova llei de Vegueries.
La concepció territorial de Catalunya en Vegueries, és una producció i una concepció del Catalanisme cultural i polític, en contraposició oberta, amb el provincialisme que representa una visió centralista, alguns en diuen jacobina, de Catalunya, creada per les institucions de l’estat espanyol.
Tot el rebombori que està sorgint últimament en referència a la nova Llei de Vegueries; el Penedès, la Vall d’Aran, Tarragona-Reus, la Cerdanya...demostra que existeix un problema territorial, una crisi del territori, però sobretot de la seva representativitat i per conseqüència de la seva concepció, de la concepció que part del Catalanisme polític, els partits que governen, té del territori de Catalunya.
La falta de consens polític entre la majoria, al govern, i l’oposició, condicionarà la validitat política de la nova Llei de Vegueries, demostrant més que mai, la seva subjectivitat, i doncs falta de legitimitat, si més no científica, i doncs democràtica, d’un projecte com aquest.
Com succeïa en el període medieval, la concepció i les problemàtiques territorials és redueixen a una qüestió de força, en aquell temps, de força física, i actualment de força numèrica, del nombre de diputats que cada opció política té al parlament, però el resultat, almenys aparentment és el mateix. El temps i doncs la història diran si les coses s’estan fent bé, i si el projecte de Llei de Vegueries és just o no.
Comencem pel principi. Què cal entendre per territori? El concepte de territori, com tots els conceptes importants de la ciència, no posseeix una definició unívoca, un únic origen, un únic sentit interpretatiu, sinó que la història de la ciència ens indica una pluralitat d’orígens conceptuals al respecte.
El geògraf italià Franco Farinelli, ha fet una descripció epistemològica sobre l’origen d’aquest concepte;
“Informen concordement els glossaris i els lèxics de la mitjana i ínfima llatinitat, des del Cange fins al Forcellini, que el concepte de territori s’ha d’entendre com el conjunt dels camps que cada ciutat conté al interior dels seus propis confins, és a dir, que depenen de la mateixa ciutat. On existeix una divergència és a propòsit de l’origen de la paraula. Per Varrone, la paraula deriva de l’acte de triturar (terere, en llatí), la terra amb l’arada i el bou, doncs hauria la mateixa arrel etimològica que terra. En les etimologies de Isidor de Sevilla, un dels textos medievals més difusos i estudiats, territori deriva, en canvi, de “tauritorium”, l’àmbit de la terra que és recorreguda pels animals en el moment de passar l’arada. Però en el Corpus Juris de Justinià, precisament en el Digesto, en la rubrica “De significatione verborum”, el territori és, per contra, l’extensió que recau sota la jurisdicció del magistrat, és definit de l’acte d’impartir justícia, d’exercitar el poder; el concepte doncs, no té res a veure amb la terra, sinó que deriva de la base del concepte de “terror” (terrère). El territori és per això l’àmbit individuat de l’exercici de la practica del poder, és a dir, de la producció de la por, es converteix doncs en una noció, una terminologia, que no té res de natural, sinó que és totalment d’origen polític, i és amb aquesta ultima accepció que ve entesa i transmesa durant tot el període medieval.”
Com podem deduir, el concepte de territori no és tant innocent i imparcial com s’acostuma a prendre en consideració.
El reflex de les crisis econòmiques en el territori i les controvèrsies que la construcció de les infraestructures provoca en un territori, són temàtiques clàssiques i estructurals al llarg de l’evolució històrica, sobretot en temps més recents. En canvi la nova Llei de Vegueries, és, si més no, una novetat en les problemàtiques territorials a Catalunya, doncs des del 1933, amb l’elaboració del projecte de divisió territorial de Catalunya per part de la Ponència que va convocar la Generalitat de l’època, era un tema que no s’havia afrontat.
La pregunta que cal fer-se, des d’un punt de vista ontològic és, què és el que representen les Vegueries, i el nou mapa territorial de Catalunya que es vol imposar amb aquesta nova llei?
Alguns parlen, de modernitzar les administracions, de simplificar-les, d’alleugerir-les, però realment que és el que s’amaga darrera aquesta nova concepció territorial de Catalunya?
La Vegueria és un concepte geogràfic lligat al territori, més concretament a l’ordenament i el planejament territorial. Al mateix temps dividir el territori de Catalunya en Vegueries, permet en un segon moment, la seva representativitat, el resultat de la qual seria la producció d’un “nou” mapa de Catalunya, divers de la “clàssica” divisió del Principat en províncies. Però que és el que “representa” aquesta “nova” conceptualització de Catalunya en Vegueries?
El tema de la representació territorial és una problemàtica complexa i que es presenta correlada a la mateixa existència de l’esser humà, i la seves ganes de viure en societat. Quan l’home i la societat es presenten com subjectes polítics, com poders polítics.
Com podem deduir, el nexe existent entre territori i poder és més que descarat i denota una interrelació entre la concepció i representació del territori, entès com un objecte, i el poder polític que el gestiona, entès com subjecte.
I és aquest subjecte polític, l’home en societat, amb les seves característiques ideològiques i culturals les que determinen la concepció, la delimitació i la representació del mateix territori, aquesta última en determina el coneixement del mateix, perquè la representació acaba convertint-se amb un mèdium epistemològic. És doncs, amb la delimitació, la concepció i la representació del territori, on s’observa la subjectivitat de les institucions politiques que la gestionen, com recordava Alexander von Humboldt ;
“Les cartes geogràfiques exprimeixen les opinions i els coneixements, més o menys limitats, del qui les ha construït, són abans que res, el lloc on es veu amb més evidencia la manipulació en geografia de fets i opinions, que es relacionen mútuament i acaben per confondre’s.”
La representació geogràfica del territori, comporta doncs, la representació d’una voluntat política, d’un programa polític, en fi, d’una concepció política, i doncs més subjectiva que mai, del territori, en el nostre cas el territori de Catalunya.
Però, què és el que cal entendre per representació política del territori? Per representació política del territori cal entendre una representació que considera l’aspecte polític dels Estats, és a dir, la distribució de les terres i de les localitat segons el àmbit estatal, o també, segons els objectius polítics d’aquells que detenen el poder. En contraposició, dins de la ciència geogràfica existeix també una representació aparentment no política del territori, aquesta és coneix com geografia civil, que es preocupa, en canvi, de totes aquelles variacions de l’”ecumene” impostes i constituïdes per la mateixa natura, de les divisions no politiques, sinó naturals. Aquesta geografia també se la qualifica de geografia “pura”, perquè respon només a les característiques naturals, d’aquí la seva puritat. Per pura s’ha d’entendre la negació del principi d’utilitat del coneixement geogràfic, és a dir, la negació de la seva submissió a qualsevol funció de natura política. En suma, la reivindicació de la neutralitat del saber geogràfic, encara més, la reivindicació del seu dret a la inutilitat (política).
Aquest contraposició entre la geografia política i la geografia civil, va sorgir dins de la ciència geogràfica alemanya del segle XVIII i XIX. Aquesta contraposició, crec, que pot ajudar a entendre la crisi territorial que estem patint. Les preguntes que es feien els geògrafs alemanys de l’època eren; Com classificar les diverses porcions de l’espai terrestre? Com repartir el món? Quin ordre donar a les descripcions de les parts del món conegut? A quina lògica cal sobreposar el sistema geogràfic?. Aquestes preguntes se les haurien de tornar a fer, molts dels geògrafs que és consideren com a tals en l’actualitat, per sortir de la aparent cientificitat de la geografia actual, que en veritat no té, i que la polèmica sobre les Vegueries demostra més que mai. Les Vegueries es converteixen en un problema de fons i no de forma, les Vegueries es converteixen en un problema sobre la representativitat i la nominació del territori de Catalunya. Representar i nominar el territori, són dues funcions eminentment de natura política.
Pretendre d’establir a l’espai terrestre una nominació totalment diversa de la que existeix, significa voler en realitat produir una cartografia totalment diferent de la que ja existeix, és a dir, i en ultima anàlisi, pretendre d’establir sobre el mateix espai terrestre un altre poder divers, una lògica territorial diferent, un domini sobre l’espai diferent del que existeix. D’aquesta manera la Llei de Vegueries transfereix en el pla de la concepció de l’espai territorial una reivindicació, directament i immediatament política, perquè fa referència i comporta el control concret de l’espai abans encara de la seva representació.
Aquesta és la lectura més important des d’un punt de vista ontològic, que cal fer de la nova llei de Vegueries.
La concepció territorial de Catalunya en Vegueries, és una producció i una concepció del Catalanisme cultural i polític, en contraposició oberta, amb el provincialisme que representa una visió centralista, alguns en diuen jacobina, de Catalunya, creada per les institucions de l’estat espanyol.
Tot el rebombori que està sorgint últimament en referència a la nova Llei de Vegueries; el Penedès, la Vall d’Aran, Tarragona-Reus, la Cerdanya...demostra que existeix un problema territorial, una crisi del territori, però sobretot de la seva representativitat i per conseqüència de la seva concepció, de la concepció que part del Catalanisme polític, els partits que governen, té del territori de Catalunya.
La falta de consens polític entre la majoria, al govern, i l’oposició, condicionarà la validitat política de la nova Llei de Vegueries, demostrant més que mai, la seva subjectivitat, i doncs falta de legitimitat, si més no científica, i doncs democràtica, d’un projecte com aquest.
Com succeïa en el període medieval, la concepció i les problemàtiques territorials és redueixen a una qüestió de força, en aquell temps, de força física, i actualment de força numèrica, del nombre de diputats que cada opció política té al parlament, però el resultat, almenys aparentment és el mateix. El temps i doncs la història diran si les coses s’estan fent bé, i si el projecte de Llei de Vegueries és just o no.
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