La globalització està transformant moltes de les nostres estructures socials, econòmiques, culturals, politiques i, encara que no ens donem compte, també transforma els nostres paràmetres mentals, cognitius.
La crisi que estem patint, accentuen i potencien, encara amb més èmfasi, totes aquestes transformacions.
Des del punt de vista geogràfic, aquestes transformacions afecten a les concepcions ideològiques dels conceptes que aquesta ciència adopera, entre ells, i el potser més utilitzat, a vegades inconscientment, és el concepte de territori.
Encara que per molts, la gran majoria, pensen que aquesta paraula deriva terminologicament del mot terra, la veritat és una altra. Aquest concepte deriva, directament de la paraula terror, i té els seus orígens en el període alt medieval. El terror, que una autoritat podia estendre en els límits territorials d’un espai determinat
La conceptualització d’aquest concepte a canviat al llarg d’aquests segles, però en el fons, la funcionalitat no deixa de ser la mateixa, avui el terror, no es políticament correcte i s’ha substituït pel concepte de competència institucional sobre una delimitació territorial determinada, I les fronteres esdevenen més que simbòliques, són pròpies jurisdiccions territorials, a l’interior de les quals una institució té el poder de fer i desfer, com succeïa a les antigues jurisdiccions medievals.
Esta clar que sense aquesta competència institucional, sense aquesta jurisdicció territorial, sense aquesta capacitat de governar per si mateix a l’interior d’unes fronteres determinades, , el territori en si mateix, deixa d’existir, o no existeix com a tal. Convertint-se en un mer espai geomètric, on les diferencies qualitatives, les que conten, es substitueixen per les diferencies quantitatives, aparentment objectives, però realment igual de subjectives que les qualitatives.
Fixin-se, que es el fons conceptual del lema "dret a decidir", que no ho facin des de fora del territori, sinó des del territori mateix.
Quin es el futur del Penedès? això no ho pot dir ningú, com a màxim es pot entreveure, tenim la responsabilitat de projectar-ne´n un, el millor possible, però no el podem definir. El que queda clar, que el futur d’aquest territori, que fins al dia d’avui es diu Penedès, passa, exclusivament, per poder decidir des de dins del territori, i no des d’un despatx de Barcelona, el que volem que aquest esdevingui, fent-nos responsables de les nostres decisions i de les seves conseqüències.
Per que continuem a depreciar la veu d’un territori, quan aquesta és la més legítima de totes?
El jacobinisme metropolità, amb la complicitat de l’esquerra nacionalista, han patit una derrota clara i sincera, esperant que prenguin nota desprès d’aquesta “debacle”, que l’últim que es pot trair és la voluntat popular, la veu d’un territori, que reclama, amb intensitat, respecte i reconeixement, que se’l permeti decidir per si mateix.
nova web
Benvinguts-Bienvenidos
Aquest és un blog que neix amb la intenció de difondre informació, més aviat contra-informació, sobre la incompetència de l'equip de govern, que ens costa molts diners, i molts disgustos. Esperant un 2011 amb il.lusió i esperança!!!el canvi d'aires és possible, una nova ètica, "ments netes".
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Us demanaria de re-enviar als vostres contactes la direcció d'aquest blog, per tal de divulgar la nostra informació al màxim de cunitencs i cunitenques possible. Gràcies.
martes, 7 de diciembre de 2010
Sahara Occidental
Las últimas semanas, vemos en todos los telediarios, leemos en todos los periódicos y escuchamos en todas las radios noticias referentes a la realidad política del territorio del Sahara Occidental.
Lo que queda claro es que en este territorio, que no es un estado, los poderes políticos que lo gestionan se olvidan voluntariamente, de cualquier derecho, principio ético o leyes básicas de la declaración de los derechos humanos.
La historia del territorio del Sahara Occidental refleja las voluntades del Reino de Marruecos de alargar sus dimensiones territoriales, y como siempre, a escapito de una comunidad nacional, la de los saharauis, que no han podido desarrollar un derecho, su derecho intrínsico como pueblo, que le fue otorgado por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas, hace ya más de treinta años.
Pero, como siempre, cuando surgen problemas territoriales, problemas geopolíticos, se debe, obligatoriamente, leer entre líneas, interpretar las zonas grises que surgen en estos conflictos.
Aunque aparentemente, el conflicto existe entre Marruecos y la comunidad nacional del pueblo saharaui. Existen otros sujetos geopolíticos en esta disputa; preferentemente dos, España y Argelia.
Argelia, es el estado de la región que concede soporte político, institucional y humanitario a la comunidad saharaui en el exilio, un exilio, en medio del desierto, en medio de la nada, fuera de los focos de las cámaras de los media del mundo. No hay que olvidar, que Argelia, es el estado que abastece de gas, a España, y de allí su rol estratégico en esta zona geográfica del mediterráneo, y con la que España, tiene que llevarse bien, si o si, sino nos quedaremos sin su preciado gas. Recuerden que hace un par de años se declaro la guerra del gas entre Rusia y Ucrania, el único país europeo que no sufrió las consecuencias fue España, por este hecho de depender energéticamente, de Argelia, y de aquí la importancia de mantener buenas relaciones, la equidistancia.
España, tiene un rol más subjetivo en el asunto. Era la “colonia”, que poseía, en condición de potencia dominante, no sólo el territorio sino que también de la comunidad saharaui que residía en él. El papel de España en el asunto, en los últimos años ha sido nefasto, ¿se podría haber hecho peor?, esta es la pregunta que se hace mucha gente. Se suele poner como escusa, que la descolonización del Sahara Occidental, se produjo durante un vacío de poder en España, Franco en la cama moribundo, pero había sucesor declarado, responsable de sus actos y todos sabemos quien era, y quien es.
Con el Sahara Occidental se cerró una etapa crucial de la historia de España, la colonización, que empezó en 1492, con el viaje de Colon, y se cerró en 1975 con la ocupación del Sahara Occidental por parte de Marruecos.
El pueblo saharaui se merece un reconocimiento, sobretodo, territorial, estatal, que le ha sido negado los últimos años.
¿Que hacemos en Irak, en Afganistán, en Kosovo, en Bosnia, y que no hacemos en el Sahara Occidental? No se puede dejar la diplomacia en manos de los profesionales de la improvisación. El pueblo saharaui esta pagado un altísimo precio, y España, moralmente, éticamente, históricamente, también.
Lo que queda claro es que en este territorio, que no es un estado, los poderes políticos que lo gestionan se olvidan voluntariamente, de cualquier derecho, principio ético o leyes básicas de la declaración de los derechos humanos.
La historia del territorio del Sahara Occidental refleja las voluntades del Reino de Marruecos de alargar sus dimensiones territoriales, y como siempre, a escapito de una comunidad nacional, la de los saharauis, que no han podido desarrollar un derecho, su derecho intrínsico como pueblo, que le fue otorgado por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas, hace ya más de treinta años.
Pero, como siempre, cuando surgen problemas territoriales, problemas geopolíticos, se debe, obligatoriamente, leer entre líneas, interpretar las zonas grises que surgen en estos conflictos.
Aunque aparentemente, el conflicto existe entre Marruecos y la comunidad nacional del pueblo saharaui. Existen otros sujetos geopolíticos en esta disputa; preferentemente dos, España y Argelia.
Argelia, es el estado de la región que concede soporte político, institucional y humanitario a la comunidad saharaui en el exilio, un exilio, en medio del desierto, en medio de la nada, fuera de los focos de las cámaras de los media del mundo. No hay que olvidar, que Argelia, es el estado que abastece de gas, a España, y de allí su rol estratégico en esta zona geográfica del mediterráneo, y con la que España, tiene que llevarse bien, si o si, sino nos quedaremos sin su preciado gas. Recuerden que hace un par de años se declaro la guerra del gas entre Rusia y Ucrania, el único país europeo que no sufrió las consecuencias fue España, por este hecho de depender energéticamente, de Argelia, y de aquí la importancia de mantener buenas relaciones, la equidistancia.
España, tiene un rol más subjetivo en el asunto. Era la “colonia”, que poseía, en condición de potencia dominante, no sólo el territorio sino que también de la comunidad saharaui que residía en él. El papel de España en el asunto, en los últimos años ha sido nefasto, ¿se podría haber hecho peor?, esta es la pregunta que se hace mucha gente. Se suele poner como escusa, que la descolonización del Sahara Occidental, se produjo durante un vacío de poder en España, Franco en la cama moribundo, pero había sucesor declarado, responsable de sus actos y todos sabemos quien era, y quien es.
Con el Sahara Occidental se cerró una etapa crucial de la historia de España, la colonización, que empezó en 1492, con el viaje de Colon, y se cerró en 1975 con la ocupación del Sahara Occidental por parte de Marruecos.
El pueblo saharaui se merece un reconocimiento, sobretodo, territorial, estatal, que le ha sido negado los últimos años.
¿Que hacemos en Irak, en Afganistán, en Kosovo, en Bosnia, y que no hacemos en el Sahara Occidental? No se puede dejar la diplomacia en manos de los profesionales de la improvisación. El pueblo saharaui esta pagado un altísimo precio, y España, moralmente, éticamente, históricamente, también.
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